Ganó el Barça, pasó a las semifinales de la Champions goleando al Manchester United, está entre los cuatro mejores clubes de Europa entre los cuales no está el Real Madrid, Messi vuelve a ser mágico y líder en todo, Coutinho se reivindica, el equipo da una exhibición que toda Europa destaca, pero para algunos nostálgicos de esta tierra catalana, de estos que van de barcelonistas disfrazados, dizque defensores de las esencias, quijotes del ADN, semejante éxito parece ser insuficiente.
Pasó el Barça con solvencia, pero para los que cada día solo ven defectos en un equipo que sigue cautivando en el mundo eso es poca cosa. Es verdad que cada uno es libre de escribir lo que le pasa por el papayo, como dicen en mi tierra barranquillera, pero de ahí a que gente que cada día ejecuta cual patrón del mal todo lo que no le parece bien del club, me parece por lo menos indecente.
Suerte tuvo el Barça de que este martes no jugara el ManCity porque entonces seguramente estos paladines de las redes sociales habrían colocado la cátedra del Barça en tercer plano después de la del Ajax. Está bien gozar de la eliminación de Cristiano Ronaldo, de una Juventus que se gastó un dineral para intentar conquistar por fin el título de campeón que no entra en sus vitrinas desde 1996, y da una enorme satisfacción que los italianos estén fuera de la competición gracias a un Ajax hermoso, club con el que el barcelonismo tiene muchos nexos, y con futbolistas que vestirán de azulgrana la próxima temporada. Todo eso es perfecto.
Pero lo que hizo el Barça en el Camp Nou fue dictar una enorme cátedra de fútbol. Y lo que hace Messi en las grandes ocasiones como la del martes pertenece a otro tipo de fútbol, que se puede llamar mágico, compararlo con algún arte, o sentirlo como de un mundo superior. Messi dejó bien claro ante el ManUnited que su Barça es un firme candidato al título de esta Champions. Y hacía tiempo que eso no lo sentían los fieles aficionados del Barça.
El Ajax tiene un equipo joven que juega bien, el City tiene a Pep Guardiola, uno de los mejores entrenadores del mundo, y el Liverpool posee un equipazo y un técnico marchoso como Jürgen Klopp. Pero ninguno de ellos tiene a Messi, y eso es un deleite incomparable, ni con ese Ajax, ni con ningún otro equipo ni jugador de Europa. Y esa es la ventaja que hoy tiene el Barça sobre los demás.