El Barça salía este sábado en el Alcoraz con una alineación inédita hasta la fecha. Ernesto Valverde priorizaba este viernes el partido de Champions League contra el Manchester United con la convocatoria en que caían Busquets, Messi, Suárez, Roberto, Piqué y Rakitic. En frente había el Huesca, último clasificado de Primera División, que necesitaba los tres puntos como fuera. Se firmaron las tablas (0-0) Al Barça le quedan tres victorias para ser campeón.
Los culés salían con una formación muy joven pocas veces vista: un 5-3-2. Solo Ter Stegen -capitán del equipo- repetía del once de Old Trafford. Umtiti, Murillo y Todibo formaban las piezas de la zaga defensiva con Wagué en la derecha y Malcom en la izquierda. En la sala de máquinas estaban Vidal, Aleñá y Riqui Puig y en punta descolgados Ousmane Dembelé y Kevin-Prince Boateng.
El partido de los suplentes blaugranas fue muy serio y seguro pero sin mucha creatividad arriba. Los jóvenes dieron un paso adelante mientras que los cedidos no mostraron el rendimiento que se esperaba. Se generaron pocas ocasiones claras en las dos áreas.
Reivindicación de los jóvenes
El gran atractivo del partido era el tridente Todibo, Puig y Wagué. El central francés ex de Toulouse fue uno de los más destacados del encuentro. Supo mantener a raya el juego aéreo del Huesca y se mostró muy rápido y contundente en el cruce. En la salida de balón no se la jugó en absoluto y se asoció muy bien con sus compañeros.
Si Jean-Clair brilló, no se quedó atrás Riqui Puig. El centrocampista de 19 años mostró toda su personalidad sobre el verde. Fue el encargado de conectar la defensa y el ataque. Rompió líneas con su buen arranque y buena visión de juego. De sus pies salió la mejor oportunidad del primer tiempo. Filtraba un balón a lo Laudrup para Dembelé que salía a córner después de ser desviado por Santamaría.
Riqui Puig filtrando el balón a Dembelé / FC Barcelona
El internacional senegalés, Moussa Wagué, también hizo su estreno como jugador del primer equipo. Todo el carril derecho era suyo y fue uno de los jugadores más insistentes en ataque durante todo el partido. A la media hora de juego daba un pase de la muerte a Boateng, que no podía matar y en la segunda se asociaba muy bien con Ousmane.
Los cedidos, señalados
Dos de las otras grandes atracciones del encuentro era ver los refuerzos invernales de los culés: Jeison Murillo y Boateng. El ghanés sumó errores en cada balón que tocaba. No se entendió con un Dembelé -que abandonaba el extremo para jugar en el centro como segundo delantero- y cayó en numerosas ocasiones en fuera de juego. El único punto positivo fue su juego de espaldas.
Boateng disparando a portería en el Huesca - Barça / FC Barcelona
El colombiano volvía a jugar desde la vuelta contra el Levante (3-0). Se mostró duro y seguro en los primeros minutos pero se fue apagando a medida que avanzaban los minutos. Tuvo el gol con un testarazo a la salida de un córner pero en defensa dejó mucho que desear. Enric Gallego bajó balones de espalda a placer hasta que fue sustituido.
La vuelta de Ousmane
Ousmane Dembelé volvía a jugar desde que recayó de su lesión contra el Olympique de Lyon. El francés ya entró en la convocatoria de Old Trafford pero se quedó sin disputar ningún minuto. Un mes después volvió a probarse en un partido contra un rival exigente. Ni el césped ni sus compañeros lo ayudaron a brilar.
Dembelé jugando con el Barça en el Alcoraz / FC Barcelona
Nos deleitó con sus arrancadas pero se demostró descolocado y precipitado, en muchas ocasiones. Se ubicó en el centro del ataque por detrás de Boateng pero no pudo desbordar ni generar el peligro que buscaba Valverde. De sus botas salió el disparo más peligroso que desvió Santamaría.
En la segunda parte -con más espacios- estuvo muy cerca del gol. En el minuto 53 se plantaba solo delante del portero pero el asistente marcó un fuera de juego inexistente. Dos minutos después un defensa salvaba el gol dentro del área fruto de una combinación entre Wague-Dembelé. Todo apunta que Coutinho -por el que fue sustituido- será titular este martes en la vuelta de cuartos.
Vidal, contundente como siempre
Da lo mismo cuando sea pero Arturo Vidal y el compromiso van de la mano. Entró en el once como Sergio Busquets y no decepcionó. El partido pedía físico y dureza y el chileno lo dio todo sobre el verde. Estuvo muy atento a las pérdidas de los canteranos -Puig y Aleñá- del centro del campo y en ayuda a los defensas.
Doble cambio para cambiar la cara al partido
Por segundo partido consecutivo, Ernesto Valverde decidió hacer un doble cambio para ir a por el partido definitivamente. Jordi Alba y Coutinho pisaban el verde en el minuto 66 por Riqui Puig y Ousmane Dembelé, que tiene muchos números de tener minutos en el Camp Nou en la vuelta de cuartos de final.
Esta sustitución supuso -como en Manchester- un cambio de posiciones. Malcom pasaba a hacer del extremo galo y Cou aportaba un punto más ofensivo a la medular. El cambio no resultó tan influyente en el juego como en Old Trafford. Se siguió acechando la portería rival pero sin mucho acierto. Se terminó con empate a cero goles.