El Barça se medirá este sábado, tras enfrentarse al Manchester United, contra el Huesca. Un conjunto que se juega seguir en primera en las siete jornadas que quedan. Puede ser una trampa --como casi le ocurre al Real Madrid-- pero Ernesto Valverde no podrá contar con Gerard Piqué en la zaga ni con Luis Suárez en la delantera para medirse a los aragoneses.
Ambos vieron su quinta amarilla del curso frente al Atlético de Madrid y descansarán por obligación. Una quinta amarilla que visto el rival y la necesidad de descansar de los dos jugadores plantea la posibilidad de que fueran pactadas antes de saltar al verde. Una decisión meditada que ambos supieron aguantar hasta los últimos instantes del encuentro, para no condicionar su actuación durante el encuentro, y que dejan muy tocado la estrategia de Sergio Ramos.
Gerard Piqué vio su quinta amarilla --una amenaza que le ha perseguido durante más de cuatro jornadas consecutivas-- en el minuto 74 tras protestar una falta sobre Álvaro Morata. Unas protestas algo subidas de tono para una jugada sin peligro que confirman la voluntad del jugador de 'limpiarse' de amarillas para el tramo final de temporada.
Por su parte, Luis Suárez, vio su quinta amarilla en el minuto 85 durante la celebración del gol al quitarse la camiseta. Una decisión más o menos meditada dada la adrenalina del momento.
Una foto de los jugadores del Barça celebrando el gol de Luis Suárez ante elAtlético de Madrid / FCB
Sin gestos, ni preguntas
Dos amarillas que obligaran a catalán y charrúa a quedarse en Barcelona y que demuestran una previsión mayor que en el Real Madrid. Sin gestos, ni preguntas al banquillo. Decisiones pactadas que los propios jugadores se dedicaro de ejecutar.
Una modus operandi muy distinto al que utilizó Sergio Ramos en el Ámsterdam Arena ante el Ajax en Champions. La tercera amarilla en Champions le privó de estar junto a su equipo ante los holandeses en octavos de final. Un partido que presenció desde su palco privado del Santiago Bernabéu y que acabó con la eliminación de los blancos.
Dolberg (Ajax) y Ramos en la acción que vio tarjeta amarilla / EFE
Una amarilla que derivó en otra después de que la UEFA consideró infracción grave la voluntad de forzar la amonestación. Lo reconoció en rueda de prensa y las imágenes televisivas que captaron el momento de la consulta. Ramos tiene mucha experiencia como para cometer esos errores.
Con esa sanción el capitán blanco se perderá el primer partido de Champions de la próxima temporada.