Era un partido que exigía el máximo de todos, pero que como siempre, señalaba a un protagonista que muchos creen que es titular por la ausencia de Ousmane Dembelé. Será verdad o no, pero Philippe Coutinho asumió galones, dio un giro de 180 grados y fue determinante ante un Atlético de Madrid que se jugaba su última oportunidad en el Camp Nou.
Messi y Suárez se llevan el protagonismo y los goles, determinantes a falta de cinco minutos para el pitido final, pero el, brasileño demostró que el barcelonismo tiene razones y motivos para esperarle y que ya llega. El carioca no tuvo premio de cara a portería, pese a tener una ocasión clara, pero brilló por su descaro ofensivo y un sacrificio defensivo obligado si quiere gozar d minutos.
Es un jugador de élite y este nivel tiene argumentos para poner en jaque el puesto del francés una vez se recupere, especialmente en aquellos partidos posicionales en los que la posesión y la calma sean prioritarias para el devenir del partido.
Sin esconderse
Se le reprocharon sus intermitencias, sus pérdidas de balón, falta de galones y responsabilidad ante el colectivo, pero Coutinho empieza a acallar a sus detractores. El brasileño brilló con luz propia en un partido de vital importancia para la consecución del campeonato doméstico. El Barça duerme a 11 puntos del segundo y llega en plena forma para medirse al Manchester United este miércoles. Un enfrentamiento al que Dembelé podría llegar, pero que todavía coloca al 7 azulgrana en el once inicial.
Sergi Roberto, Suárez, Leo Messi y Coutinho celebrando un gol en la Champions League / EFE
Los síntomas de mejora han sido evidentes las últimas semanas y Cou los consumó todos ante el segundo clasificado y el escenario más difícil. Una muestra más de su calidad. Acostado en la banda izquierda, se asoció con Alba, buscó a Messi y, además, encaró. Se atrevió a dejar fluir su fútbol y dejó detalles de calidad al alcance de muy pocos. Entregado a la causa ofensiva también se sacrificó en defensa. Una de las facetas que más se le recriminaron a principios de temporada y que en la antesala de sentenciar una Liga supo sacar a relucir.
Motivado
Queda mucho por ver y todavía no se ha convertido en ese jugador determinante que se espera, pero la mejoría es evidente, paulatina, pero irreprochable. Al menos cumplió. Agresivo, solidario, corrió y siempre fue una opción para sus compañeros. El club y la afición esperan que sea el síntoma definitivo, como una enfermedad benigna que pueda mantenerse en la mente del jugador, ya que de nuevo demostró que la calidad no se ha movido de sus botas.
Una foto de Philippe Coutinho durante el partido ante el Espanyol / FCB
Incluso Valverde, cuestionado en rueda de prensa por el futbolista, tuvo buenas palabras para un jugador al que no ha encontrado la posición ideal, pero con el que tiene varias alternativas: "Ha tenido una ocasión clarísima de gol y ha sido decisivo. Es lo que pedimos y aún esperamos más cosas de él, ya veremos en los próximos partidos", explicó. Empezó como delantero y terminó en la medular cuando salió Arthur. Variantes del juego que no le determinan un sitio fijo, pero que favorecen también al equipo.
Coutinho es una apuesta de futuro y quiere corresponder a las expectativas. Coreado por la afición durante el encuentro y en el cambio Philippe ya conoce el camino. El mismo que este sábado ante el Atlético de Madrid.