No es ningún secreto que a Ernesto Valverde le cuesta confiar en las nuevas incorporaciones. En la primera campaña le pasó con Semedo mientras que en esta segunda le costó confiar en Arturo Vidal. Pero ningún futbolista, exceptuando a los cedidos Murillo y Boateng y al jovencísimo Todibo, ha pasado lo que está sufriendo Malcom.
El caso del extremo brasileño es peor, si cabe. Mientras los otros tres llegaron al club este invierno, Malcom lleva toda la temporada sufriendo la misma situación: condenado al ostracismo.
Llegó in extremis del Girondins de Burdeos cuando parecía que lo tenía hecho con la Roma. El club azulgrana pagó 41 millones por un jugador que desde el primer momento se vio que era una apuesta de la entidad, no del técnico. Al Txingurri no le convenció su fichaje y le ha dado las oportunidades justas.
La afición tuvo que esperar hasta el 31 de octubre para presenciar su primera titularidad con el FC Barcelona. Desde entonces solo ha formado parte del once en cinco partidos más y han sido muchos los encuentros que ha visto desde el banquillo o incluso desde la grada.
Goles importantes
A Malcom le han sobrado 534 minutos para demostrar que puede meter goles importantes para el club catalán. La primera muestra llegó el 6 de noviembre en el Giuseppe Meazza. El Barça no podía romper el 0-0 ante el Inter en la cuarta jornada de la fase de grupos de la Champions, y Valverde, en un arrebato de desesperación, decidió darle entrada en el 81'. Dos minutos después, el ex del Girondins marcó el 0-1.
Malcom celebra el tanto que logró ante el Inter de Milán / EFE
En el partido posterior fue titular y parecía que podía ser su momento. Nada más lejos de la realidad. Jugó 57 minutos, en los tres siguientes salió desde el banquillo y posteriormente volvió otra vez a la casilla de salida. En Copa del Rey tuvo titularides en las derrotas en el Ciutat de València y en el Sánchez Pizjuán, dos encuentros que lo dejaron medio sentenciado. Ni tan siquiera el vital tanto que logró ante el Real Madrid en semifinales sirvió para que saliera del ostracismo.
Tramo final
Malcom ha esperado su momento durante toda la temporada, pero la realidad es que desde ese clásico copero en el Camp Nou solo ha disputado cinco minutos ante el Valladolid. La paciencia del brasileño se está agotando a medida que vislumbra que su primera temporada en Can Barça está acabando.
Ahora que el club azulgrana tiene la Liga prácticamente atada, podría tener su oportunidad, ya sea aprovechando la lesión de Ousmane Dembelé o dando descanso a Leo Messi, Luis Suárez y Philippe Coutinho. Quedan solo diez jornadas y el futbolista está preocupado por su futuro, pues es evidente que otra temporada igual es insostenible.
Una foto de Malcom durante el partido contra el Rayo Vallecano / EFE
Por ese motivo sus agentes se desplazarán hasta Barcelona en las próximas semanas para reunirse con Pep Segura, Eric Abidal y Ramon Planes y hablar de la situación del extremo. Mucho deberían cambiar las circunstancias para que Malcom siguiera vistiendo de azulgrana la próxima temporada.