El Benito Villamarín vivió en directo otra noche histórica de Leo Messi. El argentino dio un verdadero recital sobre el tapete del feudo verdiblanco y puso a los azulgranas con diez puntos de ventaja en la tabla de la Liga. El 10 completó una noche de 10, realizó muchas ayudas defensivas, inició todas las jugadas de ataque y también las finalizó.
Los tres goles que le endosó a Pau López provocaron un registro que deja sin palabras a Cristiano Ronaldo. Messi logró el hat-trick número 51 de su trayectoria profesional. El portugués ha marcado un tanto más, es cierto. Como también lo es que es dos años mayor y que ha jugado 146 partidos más (948 por 802).
Messi y Cristiano Ronaldo durante el último clásico en el Camp Nou / EFE
No es la única estadística en la que el 10 se acerca al 7, pues también está a solo cinco tantos de igualarlo en la tabla histórica de máximos goleadores de las ligas europeas (417 por 412). Este acercamiento no se entiende sin la noche perfecta que cuajó el argentino ayer.
Primero, engaño a Pau
Aunque el resultado insinúe que el FC Barcelona ganó cómodamente, lo cierto es que fue el Real Betis quien tuvo el balón la mayor parte del partido. En el primer cuarto de hora los azulgranas solo podían correr detrás del esférico, hasta que Leo Messi, en el 17', decidió poner por delante a los catalanes.
Lo hizo tras la falta que cometió Guardado sobre Arthur en la frontal del área. Un libre directo desde tan cerca es casi un penalti para el argentino, pues puede colocar el balón donde quiera. Mandi, tumbado detrás de la barrera, evitó que lo hiciera por abajo. Al 10 no le importó y soltó un trallazo a la escuadra más cercana a Pau López, que solo pudo mirar.
Suárez, colaborador necesario
Para Messi el 0-1 era un resultado excesivamente corto. El Barça estaba ante la oportunidad de sentenciar la Liga y poder centrar todos los esfuerzos en la Champions. El argentino, que quiere "esa copa linda" como el que más, quiso marcharse al descanso con los deberes hechos.
Messi y Luis Suárez celebran uno de los goles del Benito Villamarín / EFE
Le encimaron tres jugadores, pero poco le importó para poder filtrar el balón hacia Luis Suárez. El uruguayo esperó y aguantó el esférico hasta que vio de reojo que el 10 rebasaba a esos hombres que le habían presionado antes. Lo dejó solo con un maravilloso taconazo y Leo solo tuvo que definir a placer.
Obra maestra
A falta de seis minutos para que finalizara el encuentro y con 1-3 en el marcador, Messi aún tenía que dar otro regalo a los aficionados al fútbol. Rakitic se la dejó en la frontal del área para que se inventara una vaselina aunque la posición de Pau López no invitara a ello. Con una suavidad exquisita, superó al ex del Espanyol y provocó la ovación del Benito Villamarín.
"Messi, Messi" corearon los aficionados verdiblancos, que llegaron a casa con la decepción de la derrota de su equipo pero con la consolación de haber presenciado en directo un partido que entra directo al top 10 del argentino. Y hablando de Messi, es decir mucho.