Leo Messi se va a llevar todos los focos por la victoria del FC Barcelona en el Benito Villamarín ante el Real Betis, pero sería injusto olvidar la gran actuación que realizó Luis Suárez. El uruguayo, que ya fue uno de los mejores del equipo ante el Olympique de Lyon pese a no ver portería, volvió a demostrar que está en un gran momento de forma.
Fue un auténtico incordio para Mandi, Bartra y Sidnei. No solo por lo que hizo con el esférico, que también. Sino por lo que hizo sin él. Fue el primer defensa del conjunto azulgrana y dificultó la salida de balón del conjunto de Quique Setién, que cometió algunos errores impropios en la construcción del juego. En especial Mandi, que completó un partido para olvidar.
De 0 a 100
Luis Suárez es cada vez más imprevisible. Es capaz de fallar la ocasión más clara y solo unos minutos después se puede inventar una asistencia que está al alcance de muy pocos. Es lo que hizo en la primera parte del partido del Villamarín. Primero desbarató una asistencia de Messi, que lo había dejado solo ante Pau López. El remate del uruguayo, con la izquierda, no tomó la fuerza suficiente.
Arturo Vidal, Leo Messi y Luis Suárez celebran el primer gol blaugrana ante el Real Betis / EFE
En la última jugada antes del descanso encontró una peculiar forma de disculparse con el argentino. Aguantó el balón en la frontal del área hasta que vio que el 10 lo estaba rebasando. Entonces se sacó de la chistera un taconazo que dejó solo al crack, que remató a placer y dejó encarrilado el encuentro.
La misma historia tras la reanudación
Como si se tratara de un dejà vu, en la segunda parte se repitió el guión. En primera instancia, Messi le sirvió en bandeja una asistencia de lujo, Suárez dribló a Pau López y cuando lo tenía todo a favor, su remate con la pierna izquierda se acercó más a la línea de banda que a la portería. Solo un minuto después lo volvió a hacer. Un error clamoroso de Mandi lo dejó solo ante la portería. Llegó al área, volvió a disparar con la zurda y su remate, si bien no fue tan malo como el que le precedía, también se marchó fuera.
Y en la jugada inmediatamente posterior se inventó un golazo que firmaría el mismísimo Leo Messi. Recuperó el balón en el centro del campo y emprendió una cursa en solitario. Sorteó a Bartra primero y a Mandi después, se quedó cara a cara con el guardameta y, esta vez sí, con la derecha, la ajustó al palo y sentenció el encuentro.
Luis Suárez celebra el tanto que anotó ante el Betis / EFE
Se encienden las alarmas
Todo iba rodado hasta el minuto 88. Luis Suárez hizo un mal gesto con el tobillo y cayó en el área con aparentes señas de dolor. No pudo ni finalizar el partido y tuvo que ser sustituido en el 90' por Philippe Coutinho. Poco después de que acabara el duelo, el servicio médico del FC Barcelona informó que sufre un esguince en el tobillo y que el próximo lunes se le harán pruebas para conocer el alcance exacto de la lesión.
El charrúa se marchó del césped por su propio pie, por lo que parece complicado que se trate de algo grave. En caso de que sea un esguince de grado I no habría de qué preocuparse. Si por el contrario es de grado II se podría perder los cuartos de final de la Champions League frente al Manchester United. La baja de Suárez sumada a la de Dembelé dejaría al conjunto azulgrana en cuadro para visitar Old Trafford.