Partido trampa después de una semana limpia en la que en el otro lado del puente aéreo se han esfumado todas las posibilidades de alzar un título esta temporada. El Barça vuelve a la liga frente al Rayo Vallecano este sábado en el Camp Nou, pero a nadie se le escapa que la Champions se acerca.
Dos partidos en cinco días de vital importancia. El primero, frente a los madrileños para mantener la distancia respeto al Atlético de Madrid, y el segundo, frente a los franceses para pasar a cuartos de final y no contagiarse del trágico final del Real Madrid. Con la cita europea en mente y los precedentes del año pasado, Ernesto Valverde está obligado a rotar este sábado.
Los dosificados
Todos han reconocido en algún momento que la temporada pasada debieron descansar y dosificarse para llegar a la competición europea en plena forma. Algo de lo que todos han aprendido, después de la debacle en Roma, y que no quieren que vuelva a ocurrir. Eso sí, sin olvidar la Liga.
El que más hincapié hizo respecto a ese asunto fue Luis Suárez. Jugó casi todos los partidos y llegó al Olímpico de Roma fundido. Una situación que este año es parecida y por lo que apunta a ser suplente ante el Rayo. Su titularidad podría darse por su ambición por jugarlo todo, la semana de descanso que han tenido los jugadores así como la falta de un suplente, después de que Boateng se haya vuelto a quedar fuera de la convocatoria por enésima vez.
Una foto de Luis Suárez y Ousmane Dembelé celebrando un gol en el Santiago Bernabéu / EFE
Antes de la Champions, los azulgranas vuelven a recibir al Rayo, pero esta vez el once será distinto. El resultado cosechado frente al Olympique de Lyon --que este sábado visita al Estrasburgo-- exigirá el máximo rendimiento del once de gala azulgrana. Algo que abre la puerta a jugadores con menos minutos y la voluntad de demostrar su talento ante su afición. De estar en el once titular, Valverde podría apostar por el tridente de ataque con Coutinho para dar descanso a Dembelé.
Messi jugará seguro. Capitán, en la lucha por la Bota de Oro y perfectamente dosificable a su libre antojo.
Sin confianzas
Unas rotaciones que se darán por líneas, pero que no pueden ser excesivamente arriesgadas. Valverde fue claro en la previa: "Subestimar al Rayo es el primer paso para no ganar". Y es que los madrileños, además, aterrizarán en la Ciudad Condal con muchas urgencias. Suman cinco derrotas consecutivas y solo han ganado tres partidos a domicilio y salir de los puestos de descenso es una obligación si quieren continuar en Primera la temporada que viene.
Además, la ida en Vallecas fue difícil. El Barça remontó un resultado adverso en los tres últimos minutos de juego y consiguió llevarse los tres puntos de la capital. Con Ter Stegen bajo palos, Umtiti será el acompañante de Piqué en la zaga --Lenglet está sancionado-- y Semedo y Jordi Alba apuntan a carrileros.
La medular también podría sufrir cambios notables. Busquets o Rakitic deberán descansar, uno por otro y Aleñá y Vidal podrían ser el trío de baile en el centro del campo. Malcom y Coutinho tienen además una oportunidad de oro para reivindicase con Messi como falso nueve. Valverde debe pensar en la liga sin olvidar la Champions. Un encaje de piezas difícil para llegar al martes con el mayor rendimiento posible y la máxima confianza.
Lo más importante son los tres puntos en juego y las sensaciones. La última vez que el Barça jugó en casa antes de un partido de Champions perdonó una goelada al Valladolid y ofreció un ritmo de juego muy bajo.