La temporada de Gerard Piqué es para sacarse el sombrero. Parecía que con la llegada de Clément Lenglet y el buen rendimiento de Samuel Umtiti, este curso la defensa del Barça sería cosa de tres. Y lo ha sido pero el catalán ha sido fijo en todos los partidos. Es el gran causante de que el equipo siga líder y vivo en todas las competiciones.
El número 3 ha llegado con 32 años a uno de los mejores momentos de forma desde que está en Barcelona. Siempre con una salida de balón nítida ahora está imperial en defensa. Solo hay que ver los dos últimos clásicos en el Santiago Bernabéu. Vinicius Júnior y Karim Benzema no pudieron superarlo.
Números increíbles
El veterano defensa no solo habla fuera del campo, también encima el verde. Y además lo hace cada jornada. Hasta el momento ha jugado todos los partidos ligueros –un total de 26– y todos los minutos: 2.340. Es el único jugador de campo que lo ha jugado todo en Primera División.
En estos encuentros ha marcado tres goles y ha repartido una asistencia. Está firmando la mejor temporada goleador. Piqué, con alma de delantero, se suma a menudo al ataque para desorganizar defensas e intentar mejorar sus buenos registros.
Piqué despeja un balón ante Sergio Ramos / EFE
En defensa está firmando una temporada espectacular. Solo ha visto cuatro tarjetas amarillas en las 26 jornadas. Tiene una media de 10,5 balones recuperados por encuentro –272 totales– y solo cinco rechazos por partido, 134 totales. En todo lo que llevamos de Liga solo ha perdido 17 balones.
¡Una falta cada dos partidos!
Si miramos los registros de faltas cometidas y recibidas entenderemos como es que ha visto pocas amonestaciones. Ha hecho 13 faltas –una cada dos partidos– y ha recibido el mismo número. Una cosa poco vista en un central. El tercer capitán está consiguiendo evitar las molestias físicas y volver a ser clave una temporada más pero quizas Valverde debería empezar a pensar en darle descanso. Contra el Rayo Vallecano en casa es una buena oportunidad.