El partido de Gerard Piqué en el Santiago Bernabéu tenía muchos alicientes. Deportivamente, el símbolo del barcelonismo quería conseguir los tres puntos y dejar a los blancos fuera de la lucha por la Liga. Y así ha sido, el gol de Ivan Rakitic deja al Real Madrid a 12 puntos de los catalanes.
La semana del catalán no ha sido fácil. Siempre silbado en el campo madridista mandó un mensaje político hablando sobre el VAR y los políticos catalanes en prisión. Tebas y muchos profesionales del mundo del fútbol le reprocharon sus palabras. El central volvía al campo donde es más odiado. Solo llegar al hotel de concentración quedó claro, a Piqué lo recibían con gritos de “viva España” y él contestaba con una sonrisa irónica.
Imperial Piqué
Donde no hay discusión es sobre el césped. Cuando se viste de corto es indiscutible. Karim Benzema lo vivió en su propia piel. El delantero apenas tocó balón y estuvo todo el encuentro bajo la sombra del catalán.
En el juego aéreo no hay quien le gane. Ni Ramos ni Bale pudieron ganar a Piqué e imponer su juego aéreo. Junto a Clément Lenglet hacen una pareja muy segura y de muchas garantías. Samuel Umtiti tendrá que recuperar su mejor versión si quiere disputar los partidos decisivos.
Declaraciones después del partido
"La intensidad no se tiene que malentender, no me llevo genial con los jugadores del Madrid, otra cosa es que sobre el campo defiendes tus colores... y yo encantado que su afición lo haga", dijo sobre el juego duro. "Me encanta venir aquí (en el Bernabéu). Aquí es todo o nada", añadía.
Sobre el ambiente explicó "me gusta caldeado, me lo paso mejor". En el final de la primera parte hizo un gesto dirigido a los espectadores. "Iba a todos en general... el ambiente estaba caldeado", dijo quitándole interés.
Alma del equipo
Cuando Undiano Mallenco hizo sonar su silbato final, Piqué se desató. Empezó a saltar y a abrazar a sus compañeros. El Santiago Bernabéu se vacío rápido, no querían ver a sus rivales festejando el título sobre el verde. El central lo sabía y le encanta.
Felicitó uno a uno a sus compañeros. Esta victoria no es una más, es un paso definitivo para atar el campeonato regular. Una Liga en que el central es claro protagonista. Lo ha jugado todo, absolutamente todo. Es el único jugador de campo que mantiene intacta esta estadística.
Gerard Piqué celebrando el triunfo en el Santiago Bernabéu / EFE
Como ya pasó el miércoles en Copa del Rey, fue el primer de los jugadores en ir a saludar a los aficionados culés desplazados a Madrid. No hay duda alguna que Gerard Piqué es más que un futbolista, es un símbolo del barcelonismo guste o no. Y en este estado de forma, es el mejor central del mundo.
Tras el partido, y después de dar esas jugosas y siempre sinceras declaraciones en zona mixta, publicó una imagen en redes sociales que vale más que mil palabras. Este equipo es una piña y Gerard Piqué, un ejemplar capitán.