Un duelo entre eternos rivales que acabó a favor del Barça. El Real Madrid eliminado de la Copa –a un paso de la final– jugando su mejor partido de la temporada, con un Messi más ausente de lo habitual y sin una lucha directa de estrellas mundial tras la marcha de Cristiano.
Leo Messi acaparó todos los focos –y también las coberturas defensivas de los blancos– y con el argentino acumulando tanta atención, los de Santiago Solari se olvidaron de la revelación de la temporada del equipo catalán: Ousmane Dembelé. Fue su primer clásico como titular y pese a que perdió muchos balones, fue decisivo en sus arrancadas y desbordes por la banda izquierda.
El carril contrario al que jugó Vinicius Jr --por el que desbordó en muchas ocasiones a Semedo-- pero que llegó ahogado a un área donde no hay un killer como Luis Suárez. Y si en la pegada ofensiva existe tanta diferencia, todo se resume en el resultado que se dio; 0-3 y enésima victoria del Barça en el templo blanco de la última década.
El duelo de la velocidad y el desborde
Acapararon portadas de forma individual, pero las diferencias entre ambos quedaron claras en el verde. A falta de ver qué ocurre este sábado en el clásico de Liga, Vinicius es un proyecto de futuro y Dembelé es ya una realidad por consagrar.
Ocuparon bandas opuestas y pese a las buenas sensaciones que dejó el brasileño evidenció algunas carencias ofensivas que todavía debe pulir. Nadie duda de que su futuro es prometedor, pero a diferencia del francés, todavía achaca la falta de experiencia en el fútbol de primer nivel: tiene errores en la toma de decisiones –algo que comparte con Dembelé–, le falta definición y sobretodo tiene una responsabilidad impropia para un jugador recién llegado de apenas 18 años.
Vinicius lamentando una ocasión delante de Marc-André Ter Stegen / EFE
Todo el fútbol ofensivo del Madrid se fraguó en su banda izquierda, pero no encontró a ningún rematador que pudiera batir a Ter Stegen. De momento no se le puede pedir más después tras tres meses en el primer equipo. Bastante hace con cargar con todo el peso de un equipo que se arrastra por el verde sin pena ni gloria.
Dembelé más decisivo
Vinicius fue el más destacado de los futbolistas que jugaron el clásico, pero Dembelé puso el miedo en el cuerpo al Santiago Bernabéu con cada internada y cada carrera, y de sus botas salieron los dos tantos de Suárez. Dos asistencias por dos bandas distintas para dejar retratados a Carvajal y Reguilón.
Ousmane Dembelé, en un partido con el FC Barcelona / EFE
Velocidad punta con acierto e inteligencia. Leyó a la perfección los movimientos de Suárez y hoy por hoy, tiene un mayor nivel que Vinicius. Cada equipo avala a su jugador, pero Dembelé ya es un indiscutible en el tridente azulgrana. Este sábado vivirán su segundo duelo. De momento, las estadísticas son muy parejas: ambos rozaron el 75% de acierto en sus acciones individuales. Dembelé acertó en el 88% de sus pases mientras que Vinicius baja hasta el 73%, aunque recupera parte del crédito en balones perdidos: el brasileño solo perdió cinco frente a los 11 del galo.