Un ángel con alas. Así se puede definir con total seguridad el papel que desenvuelve Marc ter Stegen defendiendo la portería del Barça. Desde que llegó al Camp Nou, en 2014 por un precio de 12 millones de euros –una cifra irrisoria visto su rendimiento– la proyección del guardameta alemán ha sido descomunal. El fichaje con más acierto de Andoni Zubizarreta al mando de la secretaría técnica del club catalán.
Es sin duda, el portero de los porteros y en otra noche mágica, ante el eterno rival y en una competición que no es la suya, le regaló la final al barcelonismo y su compañero Jasper Cillessen. El neerlandés cayó lesionado en un entrenamiento y se perdió los dos choques de semifinales contra el Real Madrid, pero será de nuevo el portero en el Villamarín.
Una final que lleva su nombre
Suárez y Dembelé silenciaron al Bernabéu en la noche más mediocre de Messi. Los goles generan protagonistas y francés y uruguayo acapararon todos los focos, pero de quitarle todo el mérito al juego de los blancos se encargó el alemán. Una vez más, volvió a ser providencial para certificar el pase a una final que tendrá presencia azulgrana.
Los blancos jugaron su mejor partido de la temporada, pero ni con esas ni la intensidad que le pusieron pudieron doblegar a un portero que vive su mejor momento. Messi es de otra galaxia, pero Ter Stegen... de otro planeta. Milagroso en todas sus intervenciones. Un milagro producto del esfuerzo y el trabajo diario que se suma a unos reflejos y una intuición envidiables.
Y si no que se lo digan a Reguilón que tuvo el empate en su cabeza y que el alemán se encargó de frustrar cuando el Bernabéu ya cantaba el gol del empate. Previamente, también paró el tanto de Vinicius y el de Benzema a bocajarro, sin margen de error.
La parada de Ter Stegen al cabezado de Reguilón
Cifras de escándalo
Injustamente, Ter Stegen goza de una reputación muy alejada de su nivel. Suplente de Neuer en la selección alemana, suyos serán esos palos cuando se retire el guardameta y capitán de la selección alemana, pero tampoco se le hace justicia a nivel internacional. Se sabe que es uno de los mejores, pero no figura en las primeras posiciones de un ranking que, como todo en el fútbol, se mueve más por marketing que por rendimiento.
Un gigante que lleva un candado en los guantes. Tres paradas más para completar una serie de 46 intervenciones acertadas de los últimos 58 disparos a puerta recibidos. De escándalo. El Barça tiene portero para rato y pese al buen nivel de Cillessen, a Marc nadie le sopla. Ni tan siquiera, el Madrid en su mejor noche.