La falta de confianza es el nuevo 'virus' que afecta a las estrellas del FC Barcelona. A lo largo de esta temporada los cuatro principales delanteros del conjunto azulgrana (Philippe Coutinho, Ousmane Dembelé, Leo Messi y Luis Suárez) han pasado como mínimo por alguna mala racha de cara a portería.
La imprecisión a la hora de disparar y la progresiva frustración son los principales síntomas. A unos les afecta más y a otros menos, pero esa desesperación por acabar encontrando el gol repercute en su rendimiento global y disminuye sus prestaciones en todos los aspectos y en algunos casos provoca que desaparezcan virtualmente del terreno de juego.
El primero en sufrirlo fue Ousmane Dembelé. Entre finales de septiembre, octubre y principios de noviembre el francés no daba una. Las constantes polémicas generadas en torno a él y sus retrasos en los entrenamientos no ayudaban. Su tanto en el Wanda Metropolitano fue vital para que él (y los aficionados) recuperara la confianza. Cuando el ex del Borussia Dortmund se recuperó, cayó Philippe Coutinho.
Ya van tres meses
Lo del brasileño está a nada de convertirse en algo crónico. Su inicio de temporada había sido espectacular pero desde los problemas musculares que sufrió en el mes de noviembre no levanta cabeza. Durante su lesión Dembelé le quitó el sitio en el once titular, algo a lo que no ha logrado sobreponerse.
Coutinho lamenta una ocasión fallada / EFE
Desde entonces ha participado en 19 encuentros y solo ha sido capaz de marcar tres goles, todos ellos en Copa del Rey y dos desde el punto de penalti. En Liga no marca desde el Clásico del 28 de octubre en el Camp Nou. La gran mayoría de sus actuaciones desde noviembre se resumen en una toma de decisiones desacertada, una nula transcendencia en el equipo y un constante estado de frustración.
Pese a que lo de Coutinho va más allá de una "mala racha", Valverde sigue confiando en él y siempre lo ha arropado, en algunas ocasiones dándole más minutos de los que en realidad merecía, aunque hasta ahora no ha tenido opciones reales de volver a la titularidad. En las últimas semanas lo más preocupante no es el mal rendimiento del brasileño, sino que Luis Suárez y Leo Messi, salvando las distancias, están atravesando un momento similar.
En el peor momento
El Barça se encuentra en la época más decisiva de la temporada. En las próximas semanas deberá afrontar las semifinales de Copa del Rey, dos desplazamientos complicados en Liga (Sánchez Pizjuán y Santiago Bernabéu) y los octavos de final de la Champions League. No es el mejor momento para que los dos principales referentes del equipo sufran este bajón anímico.
En el caso del argentino, todo viene derivado del choque que sufrió con Lato, futbolista del Valencia, hace unas semanas. Quizás no fue el causante principal, pero desde entonces se ve en él a un futbolista gris desesperado por encontrar el gol. En los partidos contra el Valladolid y el OL su crispación fue aumentando a medida que pasaban los minutos.
Luis Suárez lamenta una mala acción ante el Olympique de Lyon / EFE
Unos síntomas que son aún más preocupantes con el uruguayo. Ha marcado solo un gol en los últimos ocho partidos del equipo y en algunas ocasiones peca de individualista para reencontrarse con el gol. Además, tras no marcar en el Parc OL siguió perpetuando su mala racha fuera de casa en Europa.
El duelo de este sábado ante el Sevilla es el momento perfecto para terminar con estas frustraciones. Aunque es importante, es el menos trascendente de las últimas semanas, y recuperar esa confianza antes del doble Clásico en el Santiago Bernabéu daría un golpe de confianza importante, no solo a ellos sino a todo el equipo.