El calendario que le espera al FC Barcelona en las próximas semanas es el más complicado de la temporada hasta la fecha, pues deberá abordar cuatro encuentros seguidos fuera de casa en los que se decidirán las opciones de títulos. Primero visitará al Olympique de Lyon en el partido correspondiente a la ida de los octavos de final de la Champions League, cuatro días después viajará al Sánchez Pizjuán y finalmente disputará dos duelos consecutivos en el Santiago Bernabéu que serán claves para el desarrollo de la Copa del Rey primero y la Liga después.
Para superar todos estos retos el conjunto azulgrana necesitará la mejor versión de todos sus hombres, pero en especial la de Leo Messi. El argentino lleva liderando al equipo más de una década y ya ha manifestado varias veces su hambre de títulos, en especial de Champions.
El duelo ante el Valladolid era el aperitivo respecto a lo que queda por delante. El 10, como siempre, lideró el juego azulgrana y fue el autor del único tanto del equipo (1-0) pero en la búsqueda del segundo gol se le observaron ciertos síntomas de frustración, a priori nada preocupantes, aunque no es el primer partido donde el astro no termina de brillar.
El golpe con Lato
Probablemente no tenga nada que ver, pero lo cierto es que desde la lesión que sufrió ante el Valencia raya algo por debajo del nivel que acostumbra a dar. Ante los ches fue el mejor del partido hasta su impacto con el defensa valencianista. A partir de entonces desapareció del terreno de juego.
Messi fue atendido en la banda tras el choque con Lato / EFE
En el encuentro inmediatamente posterior, ante el Real Madrid en Copa del Rey, salió desde el banquillo y pese a que lo intentó en varias ocasiones el físico parecía no acompañarle. Contra el Athletic Club en Liga fue uno de los mejores del cuadro catalán, pero más bien por demérito de sus compañeros que por mérito suyo.
Frente al Real Valladolid se le vio ligeramente mejor, pero su falta de acierto de cara a puerta y el penalti que falló son síntomas de que algo no va tan bien como debería. Pagó su frustración con el árbitro Munuera Montero, que no pitó una falta sobre el argentino. "Andá a la concha de tu madre" dijo.
Sigue siendo el líder
Que no esté en su mejor momento no impide que continúe siendo el principal peligro para las defensas rivales. En el encuentro del pasado sábado frente a los vallisoletanos solo él y Ousmane Dembelé fueron capaces de poner en serios aprietos a los zagueros rivales. Por otro lado es un hecho preocupante, pues el FC Barcelona debería ser capaz de generar ocasiones a través de mecanismos colectivos sin necesidad de recurrir a las individualidades constantemente.
Messi celebra el gol logrado ante el Real Valladolid / EFE
El duelo del próximo martes 19 de febrero ante el Olympique de Lyon es el momento perfecto para que Leo Messi se reencuentre con su mejor versión. Los franceses no se lo pondrán nada fácil a un cuadro azulgrana que en los últimos cinco encuentros fuera de casa en eliminatorias europeas ha perdido cuatro veces y solo ha logrado un gol.