La misma historia de cada temporada desde que Leo Messi es el líder indiscutible del Barça. De cara a portería y en la creación de juego todo pasa por sus botas y su cerebro. Como falso extremo derecho, Leo se pasea a sus anchas por el terreno de juego y pese haber retrasado su posición con los años –algo que se ha acentuado con la marcha de Xavi e Iniesta– su incisión en el juego de ataque se mantiene intacta.
El capitán lleva 29 goles en 29 partidos en todas las competiciones y 17 asistencias. Una dependencia irrefutable que no solo preocupa para cuando se produzca su retirada, sino para las fechas determinantes que se vienen y la forma física de algunos jugadores, incluida la del argentino.
Messi celebra el segundo gol ante el Valencia en el Camp Nou / EFE
Messi no está fundido, ni mucho menos, pero la contusión que sufrió frente al Valencia y la exigencia del calendario le ha impedido descansar como debería. Tuvo que forzar ante el Real Madrid en Copa y también ante el Athletic Club. Una opción que sopeso Valverde y que afortunadamente no ha acabado con el argentino lesionado. A medio gas dio alas a un Barça alicaído en San Mamés y con una semana de descanso, el descanso de Messi se antoja fundamental para el choque ante el Olympique de Lyon, Sevilla, y el Real Madrid por doble partida.
Más descansado
Messi se ha dosificado una temporada más, aunque esta vez puede constatarse de forma estadística. Su lesión frente al Sevilla en el codo le impidió disputar cinco partidos, pero su ausencia en las concentraciones con la selección argentina, así como en las idas de la Copa –hasta cruzarse con los blancos– han permitido al capitán reducir el número de minutos disputados en los primeros seis meses de competición.
De hecho, Leo es el séptimo jugador de la plantilla que más minutos ha jugado. Una cifra poco común. En total ha jugado 2.301 minutos y está por detrás de Luis Suárez (2.583), Sergio Busquets (2.623), Jordi Alba (2.667), Ter Stegen (2.700), Rakitic (2.720) y Piqué (2.880). Con el Valladolid en la mente, Valverde debe tomar decisiones. Un partido difícil que debe servir para poner presión a los perseguidores del Barça, con los contras del calendario.
Una pugna de Lucas Vázquez y Leo Messi en el último Barça-Madrid / EFE
Messi debe estar al 100% para el choque de Lyon. La ausencia de Arthur, la de Coutinho –mental no física– sumada a las carencias de Arturo Vidal para generar juego no pueden condenar a Leo a cargar con el peso del equipo hasta viajar a Lyon. Todas las eliminaciones del Barça en los últimos años en la Champions el argentino no había marcado en la ida o la vuelta. Una messidependencia innegable que debe prevenirse.