Arturo Vidal querrá olvidar el partido de ayer frente al Athletic Club. El Barça tropezó estrepitosamente ante el Athletic Club en un partido crucial para mantener el liderato a salvo, especialmente tras la victoria del Real Madrid en el derbi madrileño, pero ni con ese aliciente pudieron superar a los vascos. 

Un empate que sabe a poco, pero que vistos los contraataques de los leones habría acabado peor si no hubiera sido por un Ter Stegen imperial bajo palos. La lesión de Arthur, tan inoportuna, obligó a Ernesto Valverde a devolver la titularidad a Arturo Vidal, pero el chileno naufragó. 

Sin ADN azulgrana

La medular, formada por Rakitic y Busquets, sufrió en exceso. Ninguno de los tres supo asociarse con clarividencia y el 22 azulgrana destacó por sus constantes pérdidas de balón. Pérdidas que provocaron claras ocasiones de gol para los de Garitano, y que obligaron a Valverde a tomar medidas. Tras una hora de partido, Valverde dio entrada a Aleñá.

La cara de Vidal fue un poema. Consciente, al menos, de su mal encuentro no pudo reprochar nada al técnico azulgrana cuando tuvo que sentarse en el banquillo de San Mamés. Enfadado por su actuación, desconcertado y reflexivo. Demostró garra en los choques individuales --tan necesarios frente a los vascos-- pero no aportó nada en la creación ofensiva. 

Otro mensajito enigmático

 Con el encuentro ya finalizado y de vuelta a Barcelona, el chileno volvió a las viejas costumbres. Si a principio de temporada las suplencias y sus mensajes en redes sociales le costaron más de un toque de atención, este domingo volvió a las andadas. 

En su coche mientras conducía, subió un fragmento de una canción con unos iconos más que peculiares pidiendo silencio, junto a una corona. 

El mensaje musical de Arturo Vidal

Un vídeo que de nuevo dará que hablar vista también la letra: 

"Me quieren ver mal

Pero no me vo'a dejar

Mi corazón es de un guerrero

Así son las reglas del juego

Y el que la rompa va a pagar"

Arturo, que debería ser más autocrítico con él mismo, volvió a optar por callar a sus detractores.