Nelson Semedo es uno de los nombres de las últimas semanas en el FC Barcelona. En su segunda temporada en el Camp Nou ha empezado a demostrar por qué el club azulgrana pagó 35 millones de euros al Benfica para hacerse con sus servicios. A su privilegiado físico se ha sumado su fiabilidad defensiva y el aumento de participación en ataque.
En el clásico del pasado miércoles 6 de febrero volvió a ser uno de los mejores del equipo azulgrana junto a Piqué, Malcom y Arthur. No solo mantuvo a raya a Vinicius tanto como pudo, sino que además le obligó a aplicarse en defensa con sus subidas por la banda. En los últimos 10 minutos acabó sufriendo por culpa de Marcelo, Bale y las pocas ayudas que le ofreció Arturo Vidal.
Nelson Semedo defendiendo a Gareth Bale durante el último clásico / EFE
La tendencia al alza del lateral se está confirmando en las últimas semanas. Ha sido titular en los dos últimos encuentros y hace apenas una semana y media, en Montilivi, logró su primer gol con la camiseta azulgrana tras batir a Bounou con un disparo con la izquierda muy ajustado al palo corto del guardameta marroquí.
La titularidad de Roberto peligra
El gran momento de Nelson Semedo se suma a la mala temporada que está completando hasta ahora el de Reus. Por su formación como centrocampista sigue siendo un peligro en ataque, pero cada vez es más frágil en defensa. Sin ir más lejos, en el encuentro del pasado sábado 2 de febrero ante el Valencia cometió un penalti absurdo que le costó dos puntos al Barça.
En el clásico Valverde sorprendió y contra todo pronóstico sentó a Roberto y confió en el portugués, que aprovechó la oportunidad. Defensivamente es mucho más seguro que el canterano en gran parte debido a su físico, que le permite subir y bajar la banda durante los noventa minutos sin problemas.
La única comparación que gana el canterano es en el aspecto ofensivo. Esta temporada ha marcado los mismos tantos que Semedo y ha repartido tres asistencias más (cinco por dos). Pero el ex del Benfica va a más también en ese aspecto y cada vez participa más en el juego con balón del FC Barcelona.
La primera temporada, olvidada
La dificultad de adaptación es un problema que históricamente han sufrido todos los futbolistas que han llegado al Camp Nou y que se ha visto acentuado desde la llegada de Ernesto Valverde. Como no podía ser de otra manera, es algo que también padeció Nelson Semedo durante la temporada 2017-18.
Es cierto que sus números no fueron del todo malos, pues disputó 36 partidos y en 28 de ellos fue titular. Pero era otro futbolista. Débil en defensa y con poco convencimiento a la hora de atacar. En muchos encuentros fue sustituido tras el descanso, algo que probablemente acabó por mermar su confianza.
El de esta temporada es un Semedo nuevo. Ya ha jugado 28 partidos y en 22 ha formado parte del once inicial. A lo largo de la campaña ha ido creciendo y en estas últimas semanas se ha consolidado como una pieza clave en el esquema de Ernesto Valverde. Mucho deberá mejorar Sergi Roberto si quiere volver al estatus de titular indiscutible de las últimas temporadas.