Parecía que la Copa del Rey era la competición de Philippe Coutinho. Ernesto Valverde apostaba por el brasileño en los partidos coperos de cara o cruz y venía de hacer un buen encuentro –con dos goles– en la remontada contra el Sevilla (6-1) de Pablo Machín.
Este miércoles volvió a decepcionar. El brasileño era el encargado de hacer de Messi, que esperaba su turno en el banquillo. El papel de crack le vino grande. El que sí que rindió fue Malcom en la otra banda del ataque culé. Tal fue el discreto partido de Cou que dio entrada al capitán en el minuto 63 siendo el primer cambio.
Mal partido del ‘7’
Coutinho no supo llevar el peso del partido. Solo probó un par de disparos desde fuera del área. Y es que ni él ni Jordi Alba pudieron mostrar todo su potencial en la banda más potente defensivamente de los blancos con un sacrificado Lucas Vázquez y un siempre atento Dani Carvajal.
Coutinho disputando un balón con Luka Modric / EFE
Su partido fue muy conservador, no rompió líneas en ningún momento ni probó de desequilibrar con los regates, como sí que vimos hacer a Malcom. Y es que al brasileño se le terminan las oportunidades. Este fin de semana vuelve a la convocatoria Ousmane Dembelé y su rol volverá a ser el de suplente. Valverde aún confía en él pero hay mucho trabajo por delante.
Coutinho, criticado en las redes sociales
La actuación del brasileño causó furor en redes sociales. Y es que el barcelonismo tenía grandes esperanzas en Coutinho. Pidió el balón e intentó generar peligro tímidamente pero no lo consiguió. El jugador está frustrado y su rendimiento no es digno del fichaje más caro –160 millones de euros– de la historia del Barça.
Hay quienes lo compararon con el fichaje frustrado de Arda Turán, que una vez aterrizó en Barcelona dejó de ser el desequilibrante extremo que conocimos en el Atlético de Madrid. Otros se tomaron a mofa su apodo del mago porque desaparece cuando más le necesita su equipo.
Ernesto Valverde volvió a apostar en el once inicial por Coutinho y es que no había muchas otras alternativas con un Messi con molestias y un Dembelé lesionado. Cuando hubo que dar entrada al argentino, Valverde quitó al más flojo del tridente: Philippe. Un Malcom sin muchas oportunidades puede terminar de enterrar al brasileño.