Con el corazón en un puño. Así se encuentra el barcelonismo ante la posible ausencia de Leo Messi en el clásico de Copa del Rey de este miércoles. Una baja que ya se dio en el partido de Liga y que acabó con una manita histórica de los azulgranas en el Camp Nou. Aun así, desde el club se muestran optimistas. Ernesto Valverde quitó hierro a la contractura muscular sufrida durante el encuentro frente al Valencia en la rueda de prensa posterior al partido y parece que el capitán tampoco está por la labor de perderse una semifinal.
El miedo de la culerada se centra en si su participación en el choque puede afectar al rendimiento del argentino en el calendario que se viene este febrero. Asimismo, las sensaciones en el verde no son las mismas en el Real Madrid. Han mejorado su juego y la obsesión por la Copa es una realidad en Chamartín. La competición del K.O es una prioridad para los de Santiago Solari vista la clasificación en el campeonato doméstico.
Leo Messi, la gran esperanza del Barça, contra el Valencia en el último partido liguero / EFE
El argentino se entrenó en solitario en la Ciutat Esportiva Joan Gamper, pero fuentes del club aseguran que su ausencia es por pura precaución e insisten en que no cunda el pánico. Las pruebas señalan una contractura, pero ésta no debería impedir al delantero estar en la convocatoria de Ernesto Valverde.
Dembelé cumple el plazo
Otra de las bajas sensibles para la delantera azulgrana era Ousmane Dembelé. Lesionado en el partido frente al Leganés, hace ya dos semanas, el galo ha vuelto a los entrenamiento junto a sus compañeros este lunes. El tiempo estimado de baja se estipuló en dos semanas, un periodo que ha cumplido. Aun así, su titularidad no está garantizada. Los servicios médicos del club catalán no quieren tomar riesgos con el francés con una lesión de este tipo y habrá que ver cómo se siente el martes.