Valverde tiene la receta para el diagnóstico de Coutinho

El primer mes de 2019 no ha sido el que Philippe Coutinho hubiera deseado. Al brasileño le costaba encontrar portería, tomar buenas decisiones y desequilibrar, que era, en resumen, su carta de presentación cuando llegó a la disciplina del FC Barcelona. En sus peores momentos siempre ha tenido una persona que lo ha defendido a capa y espada: Ernesto Valverde.

En la rueda de prensa posterior al encuentro de Montilivi del pasado domingo 27 de enero, tras una pregunta de Culemanía, el entrenador blaugrana quitó hierro al poco acierto de Cou y alabó que "siempre se atreve. Que se quede dos veces solo delante del portero es buenísimo. Si no ha convertido las ocasiones ya lo hará".

"Siempre se enfrenta al contrario, puede estar más o menos acertado, pero lo intenta". Estas palabras animaron a Coutinho, que tras unos meses peleado con el gol, volvió a marcar de jugada frente al Sevilla. Otra vez más, el Txingurri volvió a elogiar su actitud: "siempre lo intenta, marque goles o no".

Valentía para empezar la remontada

30 de enero. Camp Nou. 21.43 horas. Penalti para el Barça. Pese a los malos encuentros de las últimas semanas, Coutinho ni se lo pensó. Haciendo alarde de esa actitud que elogia Valverde, el brasileño tomó la decisión nada fácil de lanzar el penalti que significó el primer gol frente al Sevilla en el partido de vuelta de cuartos de final de Copa del Rey. Algo que normalmente es tarea de Messi él lo ejecutó a la perfección: Raso, fuerte y ajustado al palo. Así fue su lanzamiento desde los once metros que ponía la primera piedra para la remontada culé.

Una foto de Philippe Coutinho tirando el penalti frente al Sevilla / EFE

Coutinho lanza el penalti que significó el primer gol del Barça frente al Sevilla / EFE

Volvió a tomar protagonismo en los primeros instantes de la segunda mitad. Con 2-0 en el marcador, remató al fondo de la red un centro de Luis Suárez. Consiguió poner al FC Barcelona por delante en el marcador total, algo que no parecía nada fácil una hora y media antes. Frente al equipo hispalense se volvió a ver, en algunos momentos, a ese Coutinho del Liverpool y del primer año como azulgrana. Ese que marca diferencias y que en los momentos decisivos se hace notar.

Viendo su rendimiento y sobretodo, la importancia de sus goles, se puede comparar su actuación del pasado miércoles con la de Neymar en la remontada frente al PSG. Ante los franceses la gesta fue mucho mayor y el extremo brasileño tuvo un papel mucho más decisivo que Cou, pero ambos convirtieron el gol que metió al Barça en las respectivas eliminatorias y ambos se adjudicaron un doblete. El resultado final (6-1) y la figura de Sergi Roberto son otras de las semejanzas con ese épico encuentro.

Un problema anímico... y táctico

La desazón de Coutinho en el último mes es más que evidente. Algo que viene provocado de su incapacidad para adaptarse al puesto para el que se le fichó: el de interior, el de relevo de Iniesta. En sus primeras actuaciones en esa posición decepcionó y Valverde, que si algo prioriza es el equilibrio del equipo, evita darle minutos en el centro del campo.

El Txingurri prefiere que actúe de delantero, acompañando a Leo Messi y Luis Suárez. En principio se sentía cómodo, pero en los últimos meses ha observado como las grandes actuaciones de Ousmane Dembelé lo han relegado al banquillo. La lesión del francés le brindó una oportunidad que el brasileño aprovechó por primera vez en el encuentro frente al Sevilla.

Coutinho y Dembelé celebran un gol / EFE

Coutinho y Dembelé celebran un gol con el FC Barcelona / EFE

Habrá que ver si ese duelo frente a los hispalenses es un mero espejismo o es el principio del fin del mal momento de Coutinho en el Barça. En este mes de febrero tan complicado que se avecina se requerirá la aportación de todos, titulares y suplentes, y es su momento para demostrar que puede triunfar y ser importante en el Camp Nou.