Cillessen, ¿el mejor portero suplente de la historia del Barça?
El holandés es uno de los mejores arqueros reservas que han pasado por el Camp Nou
31 enero, 2019 17:01Zamora, Platko, Ramallets, Sadurní, Artola, Urruti, Zubizarreta, Víctor Valdés... Escasean los nombres que a lo largo de los 120 años de historia del FC Barcelona han logrado afianzarse bajo los palos de la portería y grabar sus nombres a fuego en los anales del club. Unos pocos elegidos que dejan en el anonimato a tantos otros que lo intentaron con menor fortuna y a muchos porteros suplentes que quedaron eclipsados por sus paradas antológicas.
La clasificación histórica de porteros suplentes del Barça es mucho menos atractiva, pero hay que reconocer el tremendo mérito que comporta ser reserva de un puesto donde las lesiones son menos habituales y las rotaciones por cansancio prácticamente una entelequia. La escasez de oportunidades suele jugar en contra de los suplentes y, por esta misma razón, el mérito que tienen cuando responden bien es todavía mayor. Es en este punto donde cobra valor la figura de Jasper Cillessen, posiblemente el mejor portero suplente de la historia del club.
En agosto de 2016, el Barça hacía una de las mejores inversiones que se le recuerda en los últimos años. La secretaría técnica anunciaba el fichaje de Jasper Cillessen por 13 millones de euros más dos en variables y venía a ocupar la plaza que dejaba vacante Claudio Bravo, traspasado al Manchester City. El fichaje venía bien avalado desde los Países Bajos, pero era toda una incógnita.
La alargada sombra de Ter Stegen
El holandés procedía de un joven Ajax donde había crecido como profesional. El de Amsterdam aún no había jugado en ninguna de las grandes ligas europeas. Su adaptación al fútbol español ha sido todo un éxito. Su competición, como es habitual en los porteros suplentes del Barcelona, es la Copa del Rey.
Nunca ha escondido su deseo de ser titular pero con un gran Marc-André Ter Stegen como compañero esto es tarea difícil. Su rendimiento es muy bueno. En dos años, dos títulos coperos y unas actuaciones dignas de formar en el once inicial de casi cualquier equipo del mundo. En el último partido, contra el Sevilla (6-1), volvió a salvar a los culés con un penalti parado a Banega en el minuto 27.
Sus números hablan por sí solos
A sus 29 años, a Jasper Cillessen parece que le ha llegado el momento de hacer el salto a otro grande para ser titular. El holandés ha demostrado que tiene gran nivel y nunca ha levantado la voz en contra de los entrenadores ni sobre sus oportunidades. No sería de extrañar que el próximo verano fuera traspasado, aunque hace seis meses todo hacía pensar que saldría y finalmente no fue así.
Sus números son muy buenos. En dos temporadas y media ha jugado 29 partidos y ha encajado 19 goles. Precisamente, esta está siendo su peor temporada en la Copa del Rey con seis goles encajados en seis partidos: tres goles del Sevilla, dos del Levante y uno de la Cultural Leonesa.
Busquets, el portero sin manos
Por can Barça han pasado numerosos porteros suplentes que han puesto en apuros a los titulares. No todos se conformaron con el segundo puesto y lucharon con la intención de convencer a sus técnicos. El primero de la era moderna fue Carlos Busquets. Subió al primer equipo en 1990, promocionado por Carles Rexach desde la cantera para sustituir a Juan Carlos Unzué, y se fue en 1999 pasando a la historia como el portero suplente del Dream Team.
En 1995, Carlos Busquets demostró ser un padrazo al parar una plancha caliente que caía sobre su hijo Aitor, aunque luego reconoció que debió, simplemente, "despejarla al córner". Hay quien dice que Busi se inventó esa historia para disimular el haberse caído de la moto. pic.twitter.com/IHLsp4R35v
— David Mosquera (@renaldinhos) 30 de agosto de 2018
Tras unos primeros años bajo la sombra de Andoni Zubizarreta se hizo con la titularidad cuando los culés ficharon a un lesionado Julen Lopetegui. El progenitor de Sergio Busquets fue protagonista en un año muy difícil para el barcelonismo, el último de Johan Cruyff en el banquillo azulgrana, y protagonizó una anécdota muy curiosa: salvó a su hijo de que le cayese una plancha ardiendo en cima con sus propias manos, lo que le impidió jugar varios partidos. Jesús Angoy, yerno del técnico holandés, compitió con Busi aquel año pero ninguno de los dos terminó de ganarse la confianza de la afición ni de la directiva de Núñez.
Hesp, el holandés que sorprendió a todos
Cuando Cruyff dejó el equipo en 1996, el nuevo entrenador, Bobby Robson, fichó al arquero portugués Víctor Baía para ser el titular. Busquets dejó para el recuerdo su gran habilidad con los pies, sus paradas al estilo de portero de balonmano y sus pantalones siempre largos. Otro holandés, Ruud Hesp, desplazó a Busi a tercer portero del equipo y fue capaz de sentar también al arquero portugués aunque venía con la condición de suplente. Jugó 100 partidos entre 1997 y el 2000. Tan popular se hizo que, incluso, protagonizó una campaña publicitaria para los supermercados Caprabo.
Ruud Hesp jugando con el FC Barcelona / EFE
Pepe Reina se encargó de coger el testigo de esta generación subido desde la cantera para formar a las órdenes de Louis van Gaal. El ahora portero del Milan se impuso a Dutruel y Arnau después de ir siempre un paso por delante de su rival en las categorías inferiores, Víctor Valdés. Sin embargo, no pudo con Roberto Bonano y terminó haciendo las maletas. Ello le acabaría abriendo las puertas del primer equipo al propio Valdés. Pese a la enganchada que tuvo con Van Gaal por negarse a entrenar con el filial –escena que se repetiría muchos años después con los mismos protagonistas en el Manchester United– acabó aprovechando su oportunidad, aunque la acabaría tirando por la borda en 2014.
El antes y el después de Víctor Valdés
Valdés le disputó el sitio a Roberto Bonano y llegó a jugar varios partidos de Liga y Champions. Ya con Frank Rikaard en el banquillo, fue alternando las titularidades con Rustu, meta turco fichado para ser titular como mejor portero del Mundial de Alemania, hasta convertirse en el arquero titular indiscutible. En 11 años como blaugrana jugó 530 partidos y fue figura clave en las finales de Champions de París (2006) y Roma (2009). En esta etapa su suplente fue Albert Jorquera, el último canterano que se ha consolidado como portero suplente del Barça.
Tras la salida de Jorquera aterrizó en el Camp Nou el popular José Manuel Pinto, ganador del Zamora de 2006. Lo ficharon en 2008 de un Celta de Vigo en Segunda División y venía como suplente de Valdés. Su buena amistad con Messi, el buen ambiente que generaba dentro el vestuario y sus curiosas actuaciones en Copa del Rey -como el penalti parado a Martí en Mallorca o el silbido que detuvo la carrera de un delantero pensando que pitaba el árbitro- le hicieron ser uno de los más queridos por la afición y, especialmente, por el vestuario, lo que le ayudó a seguir varios años en el club. Se fue en 2014 habiendo encajado 74 goles en 90 partidos.
Así paraba Pinto
La marcha de Pinto coincidió en el tiempo con la de Valdés y supuso un punto de inflexión en la portería del Barça. Andoni Zubizarreta, por entonces director deportivo del club, cerró el fichaje de Marc-André ter Stegen, un portero también avalado por Unzué, que había sido preparador de porteros del Barça durante la etapa de Guardiola. Unzué marchó para probar suerte como primer entrenador y regresó en 2014 para ser el segundo de Luis Enrique en el banquillo. El técnico asturiano, sin embargo, quiso apostar por una portería fuerte y solicitó el fichaje de Claudio Bravo.
La batalla de Ter Stegen con Bravo trajo a Cillesen
Curiosamente, Ter Stegen y Bravo costaron la misma cantidad de dinero: 12 millones de euros. Durante dos años, Lucho jugó a especular sobre cuál de los dos era el titular y cuál el suplente. Claudio disputaba la Liga, por su experiencia en la Real Sociedad, y Marc-André jugaba la Copa y la Champions hasta que el verano de su tercera temporada entró Guardiola en juego y el alemán lanzó un ultimátum: "O soy titular o me voy al City". El Barça, que apostaba por su proyección de futuro, claudicó y finalmente fue Bravo quien marchó con Guardiola. Desde ese momento, Ter Stegen se convirtió en titular indiscutible.
Fue con la marcha de Bravo cuando Jasper Cillessen aterrizó en el club procedente del Ajax a razón de 13 millones de euros. A sus 29 años, el internacional titular con Holanda pide paso en los esquemas de Valverde pero Ter Stegen lo sigue queriendo jugar todo y, por ahora, no hay dudas de que es el arquero de presente y futuro para la entidad. Si las cosas siguen así, la salida de uno de los mejores suplentes que han pasado por el Camp Nou podría certificarse este verano.