El fichaje de Carlos Vela por el Barça cotiza a la baja

Segunda opción apalabrada a la espera de ver si la primera se hace efectiva. El Barça tiene la llegada de Carlos Vela, delantero de los Angeles FC, cerrada y preparada para que el mexicano ocupe el puesto que dejó Munir tras fichar por el Sevilla. La prioridad del club es encontrar con un ariete del campeonato doméstico dispuesto a asumir el rol de suplente bajo la sombra de Luis Suárez, pero las dificultades para dar con el elegido han obligado al club catalán a buscar más allá de Europa. 

Vela, que se trasladó a la Major League Soccer en enero del año pasado, conoce la liga española a la perfección y el jugador habría dado el visto bueno para regresar a una competición de la que se marchó por la puerta grande. El problema es el club estadounidense que todavía estaría valorando desprenderse del jugador.

Segunda opción

Mientras el club del mexicano se decide, el Barça también mueve hilos para dar con el sí definitivo de su primera opción. Con Vela casi asegurado, tras la buena predisposición mostrada por el delantero y su representante, la entidad azulgrana espera conocer la respuesta definitiva del futbolista predilecto, aunque su fichaje supondría una inversión mayor que la de Vela.

Carlos Vela celebrando un gol con Los Angeles FC / EFE

Carlos Vela celebrando un gol con Los Angeles FC / EFE

En caso de negativa, el fichaje del mexicano se haría efectivo en los próximos días. El Barça asumiría la ficha del jugador en su cesión, en la que se incluiría una opción de compra si su rendimiento, a final de temporada, se considerara óptimo. Además, su versatilidad --puede jugar como delantero centro o como extremo-- habría convencido a Ernesto Valverde.

Vela, que cumplirá 30 años el próximo mes de marzo, cumple a la perfección los requisitos que pide el club azulgrana. De concretarse su fichaje, todo quedaría a la espera de ver si el Barça le mantiene la elevada ficha que percibe en Estados Unidos. Actualmente, el mexicano es el tercer jugador mejor pagado de la liga estadounidense, cinco millones de euros por temporada, uno de los últimos impedimentos para su llegada.