En verano de 2004 el Barça incorporó a un fichaje que nadie ha olvidado. Se trataba de Henrik Larsson, un nueve sueco, veterano e introvertido que venía de hacer historia en el Celtic escocés. Una combinación que no levantaba muchas pasiones entre los aficionados del Camp Nou. Ese mismo año también aterrizaba en Barcelona uno de los mejores delanteros de la historia reciente del club y de la Liga, Samuel Eto’o.
El equipo de Frank Rijkaard tenía más que cubierta la delantera. El camerunés procedente del Mallorca era el titular indiscutible pero el sueco era el primer recambio en las posiciones ofensivas. La profesionalidad de Larsson encandiló a los culés desde el primer partido, siempre se mantuvo a la sombra de las tres figuras (Ronaldinho, Eto’o y Giuly) y nunca levantó la voz públicamente.
Larsson, leyenda del Celtic
El jugador llegaba a tierras catalanas con 33 años y siendo un auténtico ídolo en Escocia. Con la camiseta del Celtic de Glasgow hizo historia: conquistó cuatro ligas, dos copas y jugó la final de la Copa de la UEFA 2002-03. En 2001 llegó su gran momento profesional, ganó la Bota de Oro marcando 35 goles en un curso, una cifra que actualmente Messi y Ronaldo han dejado en discreta.
Henrik Larsson celebrando un gol con el Celtic / EFE
En las islas dejó su estatus de estrella y su curioso peinado. El Barça había fichado a un nueve que, siempre que las lesiones le permitieran, ayudaría a sumar a un equipo en construcción que tenía grandes aspiraciones. Tras un primer año con muchos problemas físicos, en 58 partidos marcó 19 goles.
La noche de Larsson: París 2006
Una de las noches que más recordarán los aficionados blaugranas es la del 17 de mayo de 2006. El Barça de Ronaldinho llegaba a una final de Champions contra un potente Arsenal liderado por Thierry Henry. Con 0-1 en el marcador, en el minuto 61 Larsson salió al campo por Mark van Bommel. El resto fue historia. Dos asistencias --a Eto’o y a Belleti -- en 30 minutos que daban el segundo gran título europeo a los catalanes.
Los goles de Larsson con el Barça
Ese día la leyenda de Henrik Larsson creció. El jugador aportaba más de lo que nunca se había esperado de él. Un chico de 33 años que dejaba una liga menor y rendía a las mil maravillas en uno de los equipos más exigentes del continente. El 7 tenía algo que cuesta de encontrar en un futbolista. Sabía cuál era su función en el equipo y la desarrollaba sin ningún complejo.
Tras dos años llenos de títulos --dos ligas, una Champions y una supercopa-- se volvió a su equipo natal, el Helsingborg. Unos meses después y con 35 años probaría suerte en otro grande, el Manchester United de Alex Ferguson en el que jugaría pocos partidos.
El 'nuevo Larsson'
En los últimos 15 años el Barça ha buscado el deseado nuevo Larsson, un jugador que rindiera y diese otro sistema de juego a los culés (el famoso plan B). Ninguno ha llegado pero son muchos y muy variados los nombres que han ido saliendo. Miroslav Klose fue el que más años sonó pero la leyenda alemana nunca aterrizó en Barcelona.
Estas semanas vuelven a sonar otros nombres que encajarían en el perfil buscado: Stuani, Ighalo o Giroud. Sobre el césped podrían dar incluso más que el sueco pero lo que es verdaderamente difícil es lo que Larsson consiguió fuera del verde: enamorar a la afición culé y encontrar su sitio en un vestuario lleno de egos.