Animó, cantó y aplaudió durante casi 90 minutos y mientras el Camp Nou era una fiesta, pese al corto marcador --que Jordi Alba amplió en el 82-- Ernesto Valverde torció los ánimos del barcelonismo. Corría el minuto 76 cuando tras una falta a Rakitic cuando el Txingurri dio el visto bueno para dar entrada a Arturo Vidal que llevaba esperando en la banda un par de minutos.
El elegido fue Arthur Melo, que ha recibido el MVP del partido, y el Camp Nou no dudó. Repudió la elección del técnico azulgrana silbó con fuerza al ver el 8 en el luminoso. Unos silbidos que se apagaron para ovacionar al centrocampista brasileño que puso en pie al estadio. Una vez abandonó el terreno de juego, volvieron los silbidos, esta vez más tímidos, para recibir a Arturo Vidal en el terreno de juego y condenar de forma definitiva la decisión de Valverde.
Partido de mérito
Arthur fue el hombre del partido. Tuvo un error garrafal en el área por querer sacar el balón jugado en una zona peligrosa que el Inter de Milán no supo aprovechar, pero estuvo providencial durante los 76 minutos que estuvo en el verde. Se ofreció, dribló y se consolidó como titular en una medular que está perfectamente capacitada para dar vida a un equipo.
Una foto de Arthur recibiendo instrucciones de Ernesto Valverde / EFE
El Camp Nou recordó el nombre de Xavi Hernández. El brasileño todavía está muy lejos de la leyenda azulgrana, pero todas las esperanzas están depositadas en él y la sensación de una reencarnación crece sin cesar en el seno del barcelonismo.
Desacuerdo total
Seguramente fue un cambio para dar minutos a un jugador que llevaba en el dique seco todo el mes de octubre, y sobre todo, para dar descanso a Arthur de cara al Clásico. El Camp Nou no se calló y demostró su descontento con la decisión de Valverde, y seguramente también, criticó los calentones de Arturo Vidal en las redes sociales. Aun así, no ahondó en la herida y el primer balón que tocó el chileno fue ovacionado tras recuperar un esférico dividido en la medular que propició una contra.
Una foto de archivo de Arturo Vidal / EFE
El 22 azulgrana no desentonó y dispuso de 17 minutos para cambiar la opinión de Valverde. Recuperó varios balones, presionó y estuvo presente en las dos áreas. Arturo volvió a sonreír, aunque necesita más. De momento, Arthur mantiene la guerra de su lado. Se ha hecho con hueco en el once y sus compañeros están encantados.
Sergio Busquets lo reconoció en el pospartido y Arthur confesó que la la ovación del Camp Nou fue un "sueño hecho realidad" con la cara de un niño que no se lo cree. Apunta a titular en el Camp Nou y Arturo deberá esperar de nuevo su turno en el banquillo.