La incógnita que ha sembrado Ernesto Valverde entorno a su futuro asusta y preocupa. Asusta por el miedo a no tener margen de error y preocupa porque el Txingurri gusta en el club y, sobre todo, en el vestuario. La cohesión con los jugadores es total y su forma de entender el juego y sus dinámicas agradan a una plantilla que quiere luchar por todo, tras el tropiezo de la campaña pasada en Champions.
Aun así, el cargo es pesado. Tan pesado que pocos aguantan más de un trienio y Valverde quiere ser prudente. Decidir según los objetivos cumplidos y ver el feedback de la plantilla tras una temporada que empieza a dibujarse ahora. Con ese interrogante sobre la mesa, el club baraja varias opciones. Sin contactos directos, pero nombres y apellidos por si el técnico decidiera a hacer las maletas en junio y no prolongar su tercer año opcional de contrato.
Quique Setién y un candidato de última hora
Hasta la fecha el entrenador del Betis, Quique Setién, es el mejor posicionado para relevar a Valverde en el cargo. Su forma de entender el juego, su conocimiento del campeonato doméstico y con un perfil muy similar al del extremeño suman puntos a su favor. Aun así, por ahora no quiere saber nada del Barça. "Tengo contrato con el Betis, me halaga que se me vincule, pero estoy feliz aquí", espetó en rueda de prensa el viernes.
Y con ese escenario, se ha colado otro nombre en la lista de candidatos. Jordi Cruyff. Un perfil distinto al de Setién, pero con dos formas casi idénticas de ver e interpretar el fútbol y que encajarían, a priori, a la perfección en el Camp Nou. Una apuesta más romántica que realista. Hasta la fecha, el hijo de Johan Cruyff no tiene experiencia en grandes banquillos ni tampoco en Europa, pero se trataría de una apuesta de palco por dar continuidad al proyecto de la casa en caso de tener que despedirse de Valverde.
Una foto de Jordi Cruyff dirigiendo un partido
Cruyff por su parte quiere regresar, pero siempre se ha posicionado igual; sin prisa, sin presión y sobre todo, por su méritos propios, no por su apellido. Actualmente dirige el Chongqing Lifan de China, pero la dirección deportiva también es de su gusto.
Regreso, ¿en qué lugar?
Por ahora, su candidatura solo está sobre un papel y en la recámara. Las conversaciones han existido, pero como el mismo explicó en una entrevista para el diario Sport "son sanas, por la buena relación que hay". Su fichaje sería una bomba de relojería similar a la que un día fue el de Guardiola. Sin apenas experiencia, la situación invita a tener paciencia.
Es un candidato futurible, pero ni tan solo él tiene claro si su lugar es el banquillo. Los conocimientos y la filosofía, como exjugador de la cantera están presentes, pero es un proyecto más romántico que realista. Ante todo, habrá que esperar a Valverde. Esa es la única realidad 'tangible'.