De Ligt es ya la prioridad de Barça para el próximo mercado de verano. Un mercado sin tregua y, en ocasiones sin sentido, que obliga a los clubes a anticipar de antemano sus incorporaciones para evitar precios descabellados. El dispendio por el central holandés será elevado. Su progresión en el Ajax esta temporada y el interés de otros grandes como el Bayern de Múnich o la Juventus juegan a favor del club tulipán que ya ha tasado al jugador: 70 millones de euros.
Esa ventaja de la que dispuso la entidad catalana, a nivel económico, se acabó, pero al menos mantiene la preferencia del jugador por recalar en el Camp Nou. El problema reside en los 'extras' que su representante, Mino Raiola, exige para que acabe vestido de azulgrana.
Historial difícil
La relación entre Raiola y el club catalán no es mala, pero tampoco excelente. Desde que Ibrahimovic llegará al Barça, ningún otro jugador del agente ha acabado de azulgrana. En las oficinas del club conocen su carácter: un hueso duro de roer que solo tiene grandes jugadores bajo su tutela y que sabe jugar sus cartas, ofertas y los tempos a la perfección, especialmente a contrarreloj.
El defensa holandés Matthijs de Ligt con la camiseta del Ajax
La calidad de De Ligt y los galones hay que pagarlos. El club está por la labor de abonar la cifra acordada, pero las presiones de Raiola, e incluso casi amenazas, de sentarse a escuchar otras propuestas no gustan en la Ciudad Condal. Tampoco sus exigencias ajenas al fichaje. Para el joven central pide un salario de 12 millones de euros en su primer año con un contrato de cinco temporadas. Una cifra descabellada que haría temblar la cohesión interna del vestuario a la que se suman sus pretensiones económicas. Diez millones de euros por conseguir un precio que no supere los 70 millones por el futbolista, una negociación fácil con la entidad holandesa y cerrar la puerta a otras ofertas más tentadoras.
Una cifra que imposibilita la operación y por la que Eric Abidal y Pep Segura tienen por delante seis meses de duro trabajo. El jugador está convencido de cambiar de aires con destino Barcelona, pero las formas de Raiola no ayudan.
De Jong, mismo problema
Con De Jong también como una de las aspiraciones del club con vistas al futuro, el centrocampista coincide con su compañero y amigo. Quiere jugar en el Camp Nou, pero las negociaciones tampoco serán fáciles. Comparten agente y el interés por el medio en Europa es mayor.
Frenkie de Jong en un partido con el Ajax / INSTAGRAM
El Paris Saint-Germain y Manchester City también tientan día a día al jugador. Su precio será similar y el Barça espera encontrar una comisión que valga por los dos fichajes. Es el único modo en que se podrán sufragar ambas incorporaciones.