Munir El Haddadi tiene los días contados en el FC Barcelona. El hispano-marroquí acaba contrato con el club azulgrana en junio de 2019, por lo que a partir del próximo 1 de enero será agente libre para poder negociar con cualquier club que quiera atar su llegada para el siguiente verano.
El Barça quiere renovarlo pero el delantero se niega por dos motivos: en primer lugar, en el aspecto deportivo, no cuenta con los minutos que desearía y que tendría en otros clubes; y en segundo lugar, por el aspecto económico: llegaría libre a otro club el próximo verano, lo que le garantizaría una elevada prima de fichaje y un elevado salario. Por estas razones, hace meses que el delantero negocia con otros clubes para encontrar equipo de cara a la próxima temporada.
Poco protagonismo
Munir volvió a la disciplina culé el pasado verano tras pasar un año cedido en el Alavés, donde se convirtió en un jugador clave para que el equipo de Abelardo lograra la permanencia. El delantero anotó 10 goles y repartió seis asistencias en los 34 partidos que disputó en Liga, unos números que le sirvieron de aval para poder volver al Camp Nou tras dos años cedido (antes de pasar por el Alavés había estado una temporada en el Valencia).
En agosto parecía que las cosas iban bien para El Haddadi. Cuajó una buena pretemporada y Valverde confió en él para ser el '9' suplente, dando salida del club a Paco Alcácer. Pero fue empezar la competición y el hispano-marroquí desapareció. Entre Liga, Champions League y Copa del Rey ha disputado solo 392 minutos, 180 de ellos en la eliminatoria copera frente a la Cultural y Deportiva Leonesa.
Solo ha anotado dos goles (uno en Copa y otro en Liga) y parece complicado que, en el tramo decisivo de la temporada, pueda llegar a arrebatarle minutos a Luis Suárez. De hecho, cuando el uruguayo estuvo lesionado, Valverde prefirió apostar por Messi como falso 9 antes que por él, algo que probablemente acabo por convencerle que en el Barça no tiene sitio.
Cuatro escenarios
Con el caso Munir al FC Barcelona se le plantean tres escenarios: renovarlo antes de que finalice su contrato, venderlo en el próximo mercado de invierno, cederlo para que el jugador tenga minutos o dejar que acabe el contrato y que el jugador pueda negociar como agente libre. De esas cuatro opciones, al club la que más le convence es la primera. Una renovación con su posterior revalorización para poder sacar tajada por un jugador que ahora mismo es completamente prescindible sería una jugada redonda.
Y a Munir le convencen las últimas dos opciones: una cesión que le haría revalorizarse y le ayudaría a encontrar un mejor equipo (y mejor contrato) a partir del próximo verano, o una salida con carta de libertad que le supondría un mayor salario en su siguiente equipo. El Celta, entre otros, estaría interesado en la cesión del delantero, pero Valverde se niega a perder a un jugador a mitad de temporada.
'Déjà vu'
De salir con la carta de libertad del club, Munir emularía a un canterano culé al que no le fue nada mal. En el verano de 2016, tras una temporada muy discreta, Sandro Ramírez fichó por el Málaga sin dejar un solo euro en las arcas del club. En el equipo andaluz no le fue nada mal: anotó 16 goles y repartió cinco asistencias en 31 partidos jugados. Tras esa temporada, muchos clubes se interesan por el delantero, que finalmente recalaría en el Everton previo pago de 6 millones de euros al club malagueño.
Munir y Sandro, en un partido con el Barça B
El hispano-marroquí, pues, podría repetir los pasos del que fuera compañero suyo en las categorías inferiores del FC Barcelona. Los paralelismos son más que evidentes: juventud, pocos minutos con el primer equipo, muchos equipos interesados y una carta de libertad con la que se convertiría en un jugador mucho más atractivo.