Calma. Mucha calma es exactamente lo que necesita el Barça con la situación de André Gomes en el Everton. El portugués está firmando una buena temporada en Inglaterra, pero su regreso al club catalán está descartado. Las intenciones del club están claras: vender al jugador a final de temporada, pero ¿a qué precio?
El centrocampista no tiene un buen recuerdo de su paso por la Ciudad Condal. Una situación que confesó hace un año en una entrevista a Panenka y que repitió esta semana: "Mi periodo en el Barcelona fue complicado para mí, porque no me sentía bien. Tuve buenos momentos, fue difícil cumplir con las expectativas, no solo de los aficionados, sino también las mías".
Una foto de archivo de André Gomes en el Barça / EFE
Un mal momento que se agudizó cuando su situación profesional se trasladó al ámbito familiar: "Fue difícil porque veía sufrir a mi padre y a mi madre. No podía verles sufrir. Fue complicado pero ahora estoy disfrutando del fútbol nuevamente".
Revalorización de mercado
Con el luso de vuelta a los terrenos de juego y una pieza fundamental del conjunto inglés, su precio de mercado vuelve a estar al alza. Cuando el club catalán decidió cederle al Everton la no inclusión de una opción de compra en el contrato frustró las intenciones de la dirección deportiva que, ahora, se frota las manos con una posible venta mayor en verano.
Los mejores momentos de André Gomez en el Everton
André Gomes volverá al Barça aunque sea momentáneamente. El Everton ya ha movido ficha y ha pedido comprar al jugador, pero otros grandes de la Premier han preguntado por su precio y su situación en la entidad azulgrana. Una competencia desleal de clubes como el Tottenham o el Manchester United que han mostrado un tímido interés, pero real, por el centrocampista.
Distintas ofertas
Con este escenario, el Barça podría hacer caja y recuperar o superar la inversión de 37 millones de euros que hizo por el jugador en 2016 cuando abonó dicha cantidad al Valencia. Se desconoce la voluntad del jugador, pero la estrategia podría beneficiar también al portugués que, de recalar en un grande de la Premier, optaría a disputar Champions y otros títulos que hoy por hoy el Everton no puede prometerle.
En el Barça son cautos y andan con pies de plomo. De aquí a junio queda un mundo y de su rendimiento dependerán los ingresos finales del club.