La lesión de Samuel Umtiti va para largo. Desafortunadamente, el tratamiento conservador al que se ha sometido el francés no ha surtido el efecto esperado y tras completar dos meses de recuperación y preparación específica, disputó 90 minutos frente al Atlético de Madrid --a un buen nivel-- que le mandaron de nuevo a la enfermería azulgrana.
Regresaron las molestias así como la opción quirófano, que quedó descartada de nuevo por el jugador. El servicio médico respetó la decisión del central, pero en el club ya no esconden las rencillas provocadas por las diferencias con el futbolista. En el Barça están molestos con la actitud que el francés ha adoptado respecto a su lesión y el proceso que se debe seguir para su recuperación.
Escapadas a su antojo
Las recomendaciones médicas y las pautas a seguir han sido claras. Reposo total, rehabilitación diaria y esperar a que la evolución sea favorable, pero el galo no ha cumplido con todas las exigencias del club pese a su importancia en la plantilla y la necesidad de Ernesto Valverde de recuperar al jugador en el tramo final de la temporada.
Su ausencia deja un vacío importante en la zaga azulgrana y seguramente obligará a acudir al mercado de invierno al club, una situación que no entraba en los planes de la entidad catalana, pero que visto lo visto, es más una obligación que un deseo. Con este escenario, algunas decisiones del francés no han gustado. Su recuperación de Doha, donde lleva desde el 2 de diciembre y de donde volverá el 23 de diciembre, fue una elección personal en contra de la opinión de los médicos del club.
Una foto de archivo de Samuel Umtiti durante un entrenamiento / FCB
A expensas de su regreso y la evolución que se dé, tampoco han gustado otros gestos en su vida personal. El Txingurri dio cinco días de vacaciones a la plantilla durante el parón de selecciones de noviembre y, de nuevo, pese a las recomendaciones de staff médico de quedarse en Barcelona para seguir ultimando su recuperación, el francés viajó a Londres por motivos personales.
Falta de responsabilidad
Tampoco gusta otra de las facetas que se encomendaron al jugador dados su galones en el vestuario y en el verde. Con el culebrón Dembelé al rojo vivo, muchos piensan que Umtiti debe asumir un rol más responsable con el extremo. Su amistad y su convivencia en la selección francesa deberían ser motivos para que Umtiti guiará al joven, pero hasta la fecha ha sido más un compañero de fiestas que un guía.
Una foto de Samuel Umtiti y Ousmane Dembelé con la selección francesa / EFE
Ahora, será Lenglet quien ejerza esa función con un carácter más tranquilo. De sus decisiones solo hay un beneficiado. Chumi que se postula como la alternativa más económica y lógica dado su rendimiento, para suplir al francés.