Como una estrella del rock. Irreverente, anárquico, impuntual y despilfarrador, pero brillante. Así es Ousmane Dembelé, la locomotora descarrilada del Barça, el hombre de las dos caras. Siempre capaz de lo mejor. Y lo peor.
Este martes en el Camp Nou, y como viene siendo habitual en las últimas jornadas, Dembouz mostró su mejor versión. Madrugó como nunca para angustiar a un Tottenham que fue a remolque (1-1) y fue con diferencia el jugador más osado en el primer tiempo.
El Barça, sin firmar un partido excelso, supo mantener a los temibles spurs controlados el día que más urgencias tenían los ingleses y menos necesitado estaba el conjunto azulgrana. Con un once plagado de suplentes, los de Valverde domaron al Tottenham en el primer tiempo y sufrieron algo más, tampoco demasiado, en el segundo.
Una jugada maestra de Dembelé
Cillessen se encargó de salvar los momentos de apuro para atar en corto un récord histórico: 29 partidos sin perder en el Camp Nou en Champions, desde 2013. Empatados con el Bayern.
El partido podría haber supuesto una victoria por goleada si Coutinho no se hubiese estampado dos veces contra el palo. Una vez más, el brasileño quedó eclipsado por Dembelé, el hombre de hielo.
Pasaban tan solo siete minutos desde el pitido inicial cuando el extremo galo robó un balón en el centro del campo, se lo tiró largo para superar por velocidad a Walker-Peters con pasmosa facilidad, amagó con lanzar para quitarse de encima la segada de Winks y batió con frialdad a Lloris.
Disculpa ante todos sus compañeros
El delantero francés no necesitó hacer mucho más durante el encuentro. Firmó la jugada de la noche para cerrar una nueva polémica sobre sus sonadas impuntualidades y lo celebró dándose golpes en su compleja cabeza, consciente de que debe ponerle remedio si quiere triunfar en el fútbol.
Desde el domingo lleva hablándose de Ousmane por su retraso de dos horas en el entrenamiento. Llegó tarde y según reconoció Carles Aleñá se terminó disculpando ante todos sus compañeros.
Bronca de los capitanes
Se ha filtrado también que los capitanes del equipo le pegaron una buena charla a modo de bronca y que Valverde ha decidido ponerle una mula de 100.000 euros. En lo que va de curso lleva ya más de 150.000 euros gastados en multas. Una salvajada. Aunque dicen que no mide mucho el dinero.
Contra el Tottenham madrugó y se volvió a ganar el cariño del Camp Nou. Cada vez son menos los que dudan de su fútbol. La cuestión es: ¿Cuando la volverá a liar?