Leo Messi y Cristiano Ronaldo. La eterna batalla. Tras la marcha del portugués del Real Madrid se acabó una pugna que duró casi una década y se abrieron las puertas para una rivalidad reservada a Europa. Una rivalidad de la que momento se ha beneficiado el argentino.
El capitán azulgrana lideró a su equipo frente al PSV para sellar el pase a octavos de la Champions League como primeros de grupo con un golazo y una asistencia involuntaria a Gerard Piqué. Messi marcó las diferencias en un partido que se complicó por momentos y además agrandó su leyenda.
Nuevo récord en el bolsillo
El argentino batió un nuevo récord con su primer tanto. Se proclamó el máximo goleador de la competición intercontinental con un mismo club superando a Cristiano que, hasta este miércoles, ostentaba este récord. El portugués logró la friolera de 105 tantos con la elástica blanca y Messi se encargó de superarle con un golazo en una baldosa. El 10 azulgrana abrió la lata y se colocó en en el primer puesto de un podio reservado para unos pocos elegidos. Su tanto al PSV fue el 106 de su carrera en Europa y a su vez se afianzó como pichichi de la presente edición igualando a Robert Lewandowski.
Una foto de Messi durante el partido frente al PSV / EFE
Un récord que el argentino desconocía. Cuestionado por ello ante los micrófonos de Movistar espetó asombrado: "No estaba al tanto de ese récord. Pero estoy contento, es una estadística para estar feliz”. Aun así, Messi tiene otra asignatura pendiente que pese a no preocuparle mucho, podría alcanzar. Cristiano lleva 121 goles en Europa con el Manchester United, Real Madrid y Juventus. Una cifra que está a tiro de argentino.
Por su parte, el portugués está a un hat-trick --lleva siete frente a ocho del argentino-- de igualar los tres tantos por partido del argentino. Un podio que también le arrebató frente al PSV en el Camp Nou.