El Barça por fin ha movido ficha entorno a la renovación de Jordi Alba. Este lunes se celebró el primer encuentro entre la dirección técnica del club, con Abidal, Pep Segura y Ramon Planes a la cabeza y Vicente Forés como representante del jugador. Un encuentro más que esperado para empezar a acercar posturas para la renovación del futbolista azulgrana. Un acercamiento que se ha extendido en el tiempo y que no será fácil. La postura de club durante el último año no ha gustado al lateral y dado su rendimiento todo apunta a que el Barça tendrá que ceder a muchas de las exigencias, especialmente económicas, del jugador. Alba acabará renovando. Esa cuestión no es la que preocupa al club, pero sí los requerimientos que pedirá el futbolista para rubricar su firma en un nuevo contrato que le ate a la entidad catalana hasta casi el fin de su carrera en la élite.
Por ahora, el contrato del jugador concluye en junio de 2020, por lo que el Barça tiene margen de tiempo para dar con un acuerdo que satisfaga a todas las partes, pero los desencuentros se prevén por hacer un hueco al de L'Hospitalet entre los pesos pesados de la plantilla en la escala salarial del equipo.
Los sueldos, disparados
La masa salarial del Barça es un problema que cada temporada va a mayores. La entidad azulgrana es uno de los clubes del mundo que mejor paga a sus jugadores y exceptuando a Leo Messi --100 millones brutos por temporada-- Suárez, Busquets, Umtiti, Coutinho o Piqué elevan a cifras estratosféricas el gasto en nóminas del club.
Una foto de Jordi Alba junto a sus compañeros / EFE
Una posición que el lateral comprende, pero que quiere ver recompensada. Jordi Alba respeta los escalafones salariales en el vestuario, pero quiere acercarse a los grandes jugadores que le acompañan en el día a día. Actualmente, percibe diez millones de euros por temporada y sus pretensiones apuntan a que querría acercarse a los 15, superando a Dembelé y por debajo de los capitanes y otros pesos pesados.
Un precio que obligará al club a alargar una renovación que pretendía finiquitar a principios de 2019. Además, la falta de un sustituto en el primer equipo y en el mercado europeo juega a favor el lateral, así como también el interés de otros clubes europeos que no dudarían en abonar su cláusula de rescisión para hacerse con sus servicios.
Ajeno a la renovación
Unas intenciones que el propio jugador dejó claras tras el partido frente el Atlético de Madrid. Jordi Alba se mostró escéptico y sorprendido ante un posible encuentro para empezar a negociar su renovación, pese a que dicha reunión celebrada este lunes ya tenía fecha y hora de días atrás.
En las próximas semanas los mismos protagonistas celebrarán otra reunión para presentar una nueva oferta en la que se plasmarán las cifras propuestas por el Barça --fijas y variables-- y el tiempo de duración del nuevo contrato.