El Barça sigue en busca de la estabilidad. Un inicio de temporada un tanto desequilibrado ha ubicado al conjunto azulgrana en una posición de máxima exigencia. Ernesto Valverde se ha encontrado con demasiadas sorpresas y ahora el equipo debe mostrar su mejor cara si no quiere dejar en nada la mínima ventaja que atesora ante sus perseguidores.
Si el calendario se presentaba exigente, tras haber perdido varios puntos inesperados se torna más duro. El parón de selecciones ha tenido que servir para recargar pilas y enfocarse al máximo en el último tramo de 2018. Los resultados que Valverde obtenga hasta final de año serán vitales para arrancar el 2019 con la motivación de sentenciar cuanto antes.
La Liga más exigente
Tras sufrir varios traspiés iniciales, el Barça ha conseguido llegar a la décimo segunda jornada del campeonato de Primera División como líder. Sin embargo, la diferencia entre el conjunto azulgrana y sus cinco perseguidores más próximos es tan sólo de cuatro puntos. Esta mínima diferencia obliga a Valverde a plantear los partidos con el único objetivo de conseguir la victoria.
Una foto de archivo de Ernesto Valverde / EFE
El primer rival será de lo más complicado, pues el Barça visita al Atlético de Madrid el próximo sábado. El conjunto colchonero suma 23 puntos, a sólo uno del cuadro culé, al igual que el Sevilla y el Alavés. Tan sólo este dato ya da fe de que la tarea del técnico azulgrana es de lo más exigente.
Al partido contra el Atlético de Madrid, y hasta final de año, le seguirán contiendas contra el Villarreal, el Espanyol, el Levante y el Celta. Con sus más y sus menos, todos ellos representan un gran peligro a los intereses del Barça. Si bien todos ellos han demostrado no temer plantarle cara a ningún rival, equipos de un mismo talante ya han sido capaces de complicarle la vida a Ernesto Valverde. Sin excusas que valgan, el objetivo es el de sumar los 15 puntos que hay en juego hasta fin de año.
Champions y Copa
A los cinco compromiso ligueros hay que sumarle las dos jornadas que restan de la fase de grupos de la Champions League y el partido de vuelta contra la Cultural Leonesa de la Copa del Rey. Si bien el equipo ya está clasificado para los cuartos de final de la máxima competición europea, no tiene asegurada la primera posición, por lo que debe conseguirla cuanto antes.
Con esto, la victoria en casa del PSV se presenta como vital. Aunque los desplazamientos implican un cierto grado de dificultad, el conjunto holandés ha demostrado muchas carencias. Ya en la última jornada, contra el Tottenham, sería el único momento en el que el Barça podría aflojar la marcha si se hubiera asegurado el primer puesto. Sin embargo, se trataría de una victoria de prestigio.
El Barça ganó al Tottenham en el partido de la primera vuelta / EFE
Algo similar a este último caso es el partido contra la Cultural Leonesa en la Copa del Rey. Si bien no se prevé una sorpresa en el Camp Nou, el equipo de Valverde no puede ofrecer una imagen tan pobre como la del partido de ida, en el que ganó con un gol en el descuento. Aunque jueguen los menos habituales, el técnico azulgrana debe transmitirles motivación para cerrar el pase a la siguiente ronda, pero mostrando una imagen digna.
Hasta el próximo 31 de diciembre, el Barça tiene ante sí ocho partidos de máxima exigencia. Los jugadores deberán mostrar su mejor cara y motivación, al igual que un Ernesto Valverde que no pude permitirse más tropiezos.