El vestuario del FC Barcelona es un lugar de mestizaje en el que conviven hasta 12 nacionalidades distintas. Ello aporta riqueza a un equipo que se caracteriza por la buena sintonía del grupo y la integración de las diferencias. Porque las diferencias culturales nunca son un problema, sino una oportunidad de aprendizaje.
En este sentido, uno de los grandes éxitos del vestuario azulgrana es la ausencia de lo que en otros clubes se ha llamado ‘clanes’. Ahora bien, sí es cierto que existen vínculos muy fuertes entre grupos de jugadores, sin que ello afecte al bien común de un equipo liderado y gobernado por Lionel Andrés Messi.
El núcleo duro
No cabe duda de que Messi es el hombre fuerte del vestuario del Barça. Pese a su carácter introvertido y tímido, el argentino goza del mayor respeto de sus compañeros. Todos quieren llevarse bien con él. De hecho, prácticamente se puede afirmar que es necesario caerle bien a Messi para poder jugar en el Barça. Al final, la sintonía fuera del campo se traslada también al césped, de modo que conviene entenderse con el astro argentino.
Luis Suárez y Messi durante un entrenamiento / EFE
El principal escudero de Messi es Luis Suárez, su mejor amigo dentro y fuera del campo. Ambos se entienden a las mil maravillas y comparten muchas actividades más allá del fútbol. Prácticamente son uña y carne. Son vecinos en la exclusiva urbanización de Bellamar, en Castelldefels, una zona residencial que se ha convertido en la referencia de los futbolistas del Barça. Recientemente también se instaló allí Coutinho, en un claro gesto de acercamiento al astro argentino.
El núcleo duro de Messi lo forman los españoles, con Sergio Busquets y Jordi Alba a la cabeza. Sergi Roberto, Munir, Denis Suárez, Aleñá y Samper son jugadores que guardan un respeto reverencial por el argentino. Lo admiran. Al fin y al cabo es su referencia. También Gerard Piqué, aunque va más por libre y tiende a llevarse bien con todo el mundo. Piqué es una suerte de relaciones públicas que siempre ofrece una palabra amable y una sonrisa en el rostro.
El clan brasileño y el clan francés
Ahora bien, si hay un grupo en alza en el vestuario este es el de los brasileños. Son la segunda nacionalidad más representativa. Coutinho, Rafinha, Arthur, Malcom y también Semedo, que es luso, han devuelto la samba al Camp Nou. Su carácter alegre y festivo se contagia con facilidad y cada vez cobran mayor protagonismo en el equipo.
Malcom, Rafinha, Coutinho y Arthur o el clan brasileño del Barça en un entrenamiento / EFE
También ganan fuerza los franceses. Umtiti, Dembelé y Lenglet hacen mucha vida juntos, en especial los dos primeros. De hecho, Umtiti es el único jugador del Barça con quien Dembelé guarda cierta relación de amistad. Lenglet también se junta mucho con Vermaelen, Cillessen, Ter Stegen y Rakitic, quienes constituyen el grupo de los internacionales.
Los amigos de Arturo Vidal
Otro de los futbolistas que está ganando peso en el vestuario es Arturo Vidal. El chileno tiene un carácter extrovertido y festivo. Cada vez congenia mejor con sus compañeros, sobre todo con Jordi Alba y con Munir. Apunta a convertirse en otro de los hombres de confianza de Messi.
Arturo Vidal junto con Jordi Alba y Munir / INSTAGRAM
En general, pese a que haya pequeños grupos de afinidad, lo cierto es que todos los jugadores forman piña y el vestuario del Barça goza de muy buena salud. En todo caso, Dembelé es el único díscolo que podría desestabilizar al equipo.