Mientras Ousmane Dembelé desconecta de la actualidad y el día a día azulgrana, su delicada situación en el Barça continúa. Sus capacidades y proyección con tan solo 21 años se valoran muy positivamente en el club catalán, pero su falta de adaptación empieza a ser un problema en el terreno de juego, el vestuario y en lo extradeportivo. Sus retrasos, falta de puntualidad y profesionalidad para un jugador de élite han obligado al club a contactar con el representante del extremo, Moussa Sissoko, para que intente encarrilar a un jugador que parece olvidar sus responsabilidades por momentos.
El último despiste --su ausencia al entrenamiento del jueves-- obligó a Ernesto Valverde a tomar cartas sobre el asunto y dejó al Mosquito en la grada frente al Betis. Una situación que desde el club observan como delicada y a la que pretenden hacer frente para evitar un final difícil. Pep Segura y Eric Abidal se reunieron este martes con el agente del francés en el Hotel Sofía de Barcelona, propiedad del vicepresidente Jordi Mestre y muy cercano al Camp Nou, para abordar la situación del jugador. Una reunión que más tarde continuó en las oficinas del estadio.
El Hotel Sofía, cerca del Camp Nou
Confianza pero poco margen
Los representantes del Barça explicaron la situación de Dembelé en el vestuario y cómo habían sentado en el vestuario algunos de sus despistes. Asimismo, recordaron que fue la segunda inversión más cara de la historia del club y que, por tanto, quiera o no, debe responder a dicha inversión histórica. Abidal hizo hincapié en la importancia de que el jugador muestre un compromiso total con el equipo fuera y dentro del terreno de juego.
Imagen de archivo de Dembelé en un partido del Barça / EFE
Sus compañeros le están intentado ayudar, pero su actitud empieza a acabar con la paciencia de los pesos pesados. Sissoko entendió las exigencias de la entidad azulgrana y prometió hablar con el jugador. Aun así, Segura y Abidal fueron más allá y pidieron a su representante que se instalara en Barcelona para poder tener más y mejor controlado a su estrella. Una proposición que de momento no había contemplado el agente.
En defensa total del jugador
Cabe recordar que un día antes de la reunión, Sissoko habló en Radio Montecarlo: “Somos conscientes de que Ousmane tiene cosas que mejorar, pero es normal a su edad. La gente está encima de él. Se habló de un retraso en la concentración para el partido ante el Inter y el entrenador lo desmintió. Ahora la gastroenteritis. Es cierto que llamó un poco tarde al club, pero estaba enfermo. Hasta en este tipo de cosas se genera una polémica. Él sigue trabajando en un gran club, el entrenador lo aprecia, como Deschamps en la selección. Y sé que Abidal está muy contento con lo que está haciendo Ousmane, sabe que entrena bien”.
Parece que esa felicidad por su trabajo y compromiso está en entredicho dentro del club y fuera. La afición también empieza a cansarse. Todo está en sus manos, o el club tomará cartas definitivas en el asunto dadas las distintas ofertas que baraja sobre la mesa para dar salida al francés, aunque esa, recalcan desde el club, es la última opción.