Gerard Piqué y Sergi Roberto. La eterna dupla indiscutible de Ernesto Valverde vive un buen momento, pero sus errores defensivos son el agujero negro del Barça. El central firmó un inicio de temporada nefasto, pero poco a poco ha cumplido con su palabra y ha recuperado el tono físico y mental. Se ha erigido como líder natural que es en la línea defensiva, pero no llega a todo y pese a ser providencial en infinidad de ocasiones, las que erra se convierten en gol.
Peor cartel tiene el lateral. Sergi Roberto es un puñal en la banda y sus aportaciones ofensivas dan vida a un Barça que vive de su juego ofensivo, pero sufre, sufre demasiado en defensa. En velocidad, a la espalda o en el uno contra uno, el de Reus deja en evidencia su perfil ofensivo. Es centrocampista y no sabe defender.
Comodín cuestionado
Sergi Roberto se ha convertido, desde que Luis Enrique al banquillo del Barça, en el comodín azulgrana. El 20 siempre se ha mostrado dispuesto a defender la elástica catalana en cualquier posición del campo, pero sus carencias defensivas están acabando con la paciencia de la afición. El primer gol del Betis fue una muestra perfecta del déficit total que tiene en defensa. Junior le ganó la espalda, recuperó la posición, pero no pudo contener el uno contra uno y fue muy endeble en la cobertura del disparo que dejó sentado a Ter Stegen en el palo corto.
Una imagen de archivo de Sergi Roberto / EFE
Se libró de ser señalado en el resto de goles, pero Piqué recogió sus errores. El segundo, gol de un ovacionado Joaquín al ser sustituido, fue un error colectivo. Tres delanteros para cuatro defensas que dejaron demasiados espacios para la definición del 17 bético. Remató a placer y y su marca se correspondía a Piqué.
Números de escándalo
Su rendimiento y compromiso no se cuestiona, pero de los 18 goles que ha encajado el equipo en el campeonato doméstico, se han visto señalados directamente en la mitad de ellos. El Barça no recibía un correctivo así desde 2003 cuando el Deportivo asaltó el Camp Nou.
El equipo es consciente de la situación y Piqué no quiso esconderse tras la derrota frente al Betis, aunque quiso calmar los ánimos de una afición que no esperaba un tropiezo tras una semana de ensueño: "Seguimos líderes en la Liga y en la Champions. Tenemos que estar tranquilos. Pero es verdad que estamos perdiendo demasiados puntos este año, sobre todo contra rivales que no esperábamos", aunque también reconoció que los goles en contra se deben a su perfil ofensivo: "Sabemos del problema que tenemos, que estamos encajando muchísimo. También es cierto que estamos marcando muchísimo y que eso va ligado. No podemos ser el equipo que menos encajemos, porque hacemos un fútbol muy ofensivo, pero sí que podemos mejorar, que cuando ataquemos estemos todos en vigilancia y que presionemos todos juntos".