Yendo por debajo en el marcador contra el Betis, Ernesto Valverde decidió mover el banquillo tras el descanso. Retiró a Arthur y dio entrada a Arturo Vidal. Con el centrocampista chileno esperaba ganar mayor control y contundencia en el centro del campo, pero además mayor llegada al área.
Arturo Vidal respondió y, junto a sus compañeros, fue participe del cambio de imagen del Barça en el segundo tiempo del partido contra el Betis. Si bien el cuadro andaluz estaba dispuesto a no ofrecer facilidades, con el ex del Bayern sobre el terreno de juego el Barça fue más mordaz en ataque.
Llegó un punto en el que el encuentro estaba revolucionado, con un conjunto azulgrana dispuesto a todo para reconvertir la situación. Arturo Vidal se mostró muy activo, pero también entendió que hay líneas que es mejor no traspasar y acató los roles del equipo.
Mundo aparte
Además de ser una pieza clave en la mejoría del juego y de la actitud del Barça, Arturo Vidal demostró compromiso, tanto a nivel particular como dando indicaciones a sus compañeros. El papel del medio chileno dista mucho de sus roles anteriores, pero esa capacidad de mando aún le corre por las venas.
Leo Messi aguanta el Balón en el Barça-Betis / EFE
En varios momentos del partido Arturo Vidal se mostró muy involucrado y era frecuente verle ordenar a sus compañeros que llevaran a cabo una mayor presión. Durante una jugada, el 22 pidió a Malcom que fuera a marcar a un jugador y acto seguido se volteó para indicar lo mismo al compañero de la banda opuesta, pero se topó con Messi.
La figura del argentino le impuso demasiado y él mismo se encargó de realizar la tarea que iba a ordenar. El mismo Messi le hizo un gesto de aprobación para que se encargara él de presionar al rival, aunque Arturo Vidal tuviera pensado ocuparse de otro oponente.
Falta de entendimiento
Este no fue el único cruce entre Arturo Vidal y Leo Messi durante el partido. Minutos después el jugador chileno erró un pase en una jugada que hubiera dejado al 10 solo y en una posición perfecta para encarar portería. Arturo Vidal no tardó en disculparse con el jugador argentino, a quien no quería enfadar.
Gerard Piqué con la mirada perdida tras encajar un gol del Betis / EFE
Otra jugada que podía haber cambiado el marcador a favor de los azulgrana también tuvo al futbolista chileno como protagonista. En el 89' un centro de Luis Suárez desde la banda derecha se dirigía hacia la cabeza de un Arturo Vidal en posición franca para marcar. Sin embargo, Piqué, llegando desde atrás, fue el primero en impactar el balón mandándolo fuera.
Obviamente se trató de una acción fortuita, pero que el 22 quiso recordarle al central al termino del encuentro. “No pasa nada, pero te dije “yo””, le comentó Arturo Vidal. La respuesta de Piqué fue aclaratoria: No escucho nada si dices “yo”. Si dices mía, sí, pero no he escuchado “yo” en mi vida”. La falta de entendimiento le jugó una mala pasada al Barça, que vio como volaron tres puntos del Camp Nou.
Con el partido realizado, Arturo Vidal se ganó a la afición, que aprobó su ímpetu. Aún así, el centrocampista chileno se topó con la realidad en momentos de tensión, algo que bien seguro tendrá en cuenta en compromisos futuros.