Leo Messi es el gran referente del Barça. La responsabilidad del astro argentino, elegido primer capitán, se traslada también más allá de los terrenos de juego. La opinión de Messi cuenta mucho en can Barça. De él pude depender que se fiche a uno u otro jugador. Y el decide, también, quién juega en determinados momentos.
En este sentido, Messi se ha mojado en el debate entre Dembelé y Malcom. Según la información revelada por Josep Maria Minguella en la Cadena Cope, la Pulga habría dictado sentencia en favor del brasileño. Minguella explicó que Messi habló con Ernesto Valverde con relación a la situación de Malcom. De este modo, el argentino intercedió para que el Txingurri contara con el extremo brasileño.
Voto de confianza
Malcom desapareció por completo de las convocatorias de Ernesto Valverde hace varias semanas. Regresó para el partido de Copa contra la Cultural Leonesa, donde estuvo francamente desacertado. Contra el Rayo volvió a caer en el olvido. Sin embargo, el técnico lo recuperó para el partido de Champions contra el Inter de Milán, donde el brasileño fue decisivo anotando el único gol del Barça, el primero con la camiseta azulgrana.
Malcom rompe a llorar tras marcar contra el Inter de Milán / EFE
El gol en Milán dio alas a Malcom, quien apenas había disfrutado de oportunidades. El brasileño se mostró exultante y agradecido al final del encuentro. Recuperó la confianza en sí mismo. Necesitaba que confiaran en él. Y al parecer, según las palabras de Minguella, Messi habría influido en Valverde para que le diera un voto de confianza.
Voto de castigo
Pero la confianza depositada en Malcom contrasta con la que el vestuario en su conjunto le ha retirado a Dembelé. El francés es el gran perjudicado en el ascenso de Malcom. Ambos desempeñan la misma posición y ofrecen perfiles similares. No parece lógico que jueguen juntos. Uno de los dos debe ser descartado.
Hasta ahora Dembelé se ha venido beneficiado de su cartel de estrella. Costó 140 millones de euros y el Barça querría amortizarlo. Sin embargo, el joven talento francés no termina de adaptarse al equipo. No congenia. El vestuario está harto de sus salidas de tono e irresponsabilidades. Dembelé va a su bola, sin preocuparse por las consecuencias de sus actos, como si nada de lo que hace le importara.
Rebelde sin causa
La última irresponsabilidad de Dembelé se vivió en el entrenamiento del pasado jueves. El francés no acudió a la Ciudad Deportiva y ni siquiera comunicó al club los motivos de su ausencia. Además, según informa RAC1, el Barça tardó una hora y media en lograr contactar con él. Al final el club localizó a Dembelé en su domicilio, aquejado de una gastroenteritis. Los médicos del Barça habrían confirmado las dolencias del jugador tras visitarlo a su casa.
Talento descarriado
Dembelé adolece de pasotismo tanto fuera como dentro del campo. Sus destellos son demasiado intermitentes. Pierde demasiados balones y, para colmo, no se esfuerza lo más mínimo en enmendar sus propios errores. Es desesperante ver cómo vuelve caminando tras una pérdida. Su pasividad defensiva es una muestra de arrogancia que sus compañeros están hartos de soportar.
Ousmane Dembelé durante un partido del Barça / EFE
El francés cada vez está más solo en el vestuario. La no celebración de su gol ante el Rayo Vallecano fue el mejor ejemplo. Nadie acudió a abrazar al jugador. Ni siquiera una palmadita de ánimo. Dembelé volvió a su campo cabizbajo. Como si no hubiera pasado nada. Pero su crédito en el Barça se agota.