Arturo Vidal levanta amor y odio a partes iguales. Entre la afición culé no hay acuerdo al respecto del centrocampista chileno, quien vive permanentemente en el punto de mira. Detractores y partidarios de Vidal se enfrentan en un debate de difícil solución.
El centrocampista chileno llegó a Barcelona con ganas de comerse el mundo. Su carácter siempre rezumó ambición. Venía para triunfar en el Barça y para desarrollar un papel protagonista en el equipo. Ese era su objetivo. Sin embargo, desde el principio el jugador se topó de bruces con una realidad bien distinta.
Inicio conflictivo
Arrancó la Liga en el banquillo y apenas disfrutó de minutos residuales en partidos ya resueltos. En la Champions la situación fue la misma. Arturo Vidal tuvo que ver cómo Arthur le pasaba por delante. Ernesto Valverde se decantó por el brasileño pese a su inexperiencia. Y el chileno no soportó que un bisoño recién llegado a Europa le sentara en el banquillo. A él, Rey Arturo, que hasta entonces había sido determinante en todos sus equipos.
Arturo Vidal explotó tras el choque de Champions contra el Tottenham y abrió un conflicto en el seno del vestuario. El enfrentamiento con el técnico se hizo evidente. Desde entonces, el chileno fue condenado al ostracismo por Valverde. Un castigo merecido.
Cambio de chip
El centrocampista terminó por asumir un cambio de actitud que resultaba necesario. La lesión de Leo Messi, además, planteó un nuevo escenario en can Barça. La unidad del equipo se hizo necesaria y al mismo tiempo se abrieron nuevas oportunidades para los jugadores descartados en los planes de Ernesto Valverde.
Arturo Vidal volvió a pisar el Camp Nou contra el Inter y contra el Real Madrid. De nuevo minutos residuales, pero esta vez el chileno aprovechó la oportunidad. Marcó su primer gol con el Barça en el clásico, certificando la manita, sintiéndose protagonista.
Disfrutó por primera vez de los 90 minutos en el partido de Copa contra la Cultural Leonesa. Fue de los pocos que se tomó en serio el encuentro y por ello recibió el aplauso unánime de la afición. Todo el mundo elogió la entrega y el coraje del centrocampista.
Arturo Vidal remata de cabeza para marcar el quinto gol del Barça / EFE
Volvió a la suplencia en el partido de Liga contra el Rayo Vallecano. Sin embargo, saltó al campo con el equipo por detrás en el marcador y actuó como revulsivo. La actitud de Arturo Vidal fue determinante para que el equipo remontara y el chileno volvió a granjearse las simpatías de la hinchada culé.
El espíritu competitivo, el arrojo y la agresividad son las cualidades que gustan de Arturo Vidal. Sin embargo, sigue contando con detractores que critican su precipitación, desorden y falta de combinación con el equipo. Además, las meteduras de pata ante los micrófonos siguen desestabilizando al jugador.
Arturo Vidal divide al barcelonismo. Hasta el momento ha hecho gala de sus mejores virtudes y de sus peores defectos. En su mano está decantar la balanza hacia uno u otro lado.