La baja de Leo Messi por lesión provocó que Ernesto Valverde tuviera que decidir quien sería el su sustituto. Si bien el nivel del 10 del Barça es complicado de igualar, el técnico extremeño supo sacarle partido a Rafinha, que cumplió su cometido con creces.
Tras varios partidos apostando por el jugador brasileño, el pasado martes en San Siro el entrenador azulgrana se atrevió con una nueva idea en el once inicial, completar la delantera con Ousmane Dembelé. La opción del atacante francés era de la que más se habló cuando Messi cayó lesionado, pero Valverde prefirió esperar.
Dembelé intenta zafarse de dos defensores / EFE
La titularidad de Dembelé no fue la única novedad para afrontar el partido de la Champions League contra el Inter de Milán, sino que el juego de los otros dos delanteros, Luis Suárez y Coutinho, también fue variando a lo largo del encuentro.
Movilidad en ataque
Como era de esperar, el atacante uruguayo salió actuando de delantero centro, mientras que el jugador brasileño lo hizo en el lado izquierdo, ambos en sus posiciones naturales. Sin embargo, fueron varios los tramos del partido en los que Luis Suárez y Coutinho fueron cambiando sus posiciones.
Coutinho durante el partido del Barça contra el Inter / EFE
El 9 del Barça es un caza goles nato, pero se le vio muy activo cuando se dejaba caer a la banda zurda. Pese a que no se le podía exigir las mismas habilidades que a un extremo puro, Luis Suárez supo ubicarse bien e incluso creó varias ocasiones de peligro, tanto con asistencias al área como con remates cruzados.
Por su parte, Coutinho mostró su mejor cara y reivindicó su presencia en el once titular. El futbolista brasileño cumplió su cometido en la banda izquierda, generando tanto peligro como juego, pues en muchas ocasiones también se encargó de iniciar el juego desde el centro del campo. A su compenetración con Luis Suárez sólo le falto un gol, que estuvo muy cerca, ya que ambos se entendieron perfectamente y nunca se estorbaron.
A la espera de Messi
La posición cambiante entre los dos delanteros provocó, dentro de los planes de Valverde, que Ousmane Dembelé se mantuviera estático en la banda derecha. El francés arrancó bien el partido, pero se fue apagando a medida que pasaban los minutos. Salvo en ocasiones puntuales, la zaga del Inter de Milán pudo cortar las internadas que pretendía por la banda diestra, algo de lo que fueron menos capaces con Luis Suárez y Coutinho.
Leo Messi siguió el Inter-Barça desde la grada / FCB
Con el planteamiento mostrado en Italia, el Barça confirmó que sus dos delanteros titulares pueden hacer frente a la ausencia Messi, ya que el juego de ataque depende de ellos. Sin embargo, la presencia de Dembelé quedó algo mermada al permanecer siempre en su zona de confort.
Si las previsiones se mantienen, a Messi aún le restan unos partidos para vestirse de corto, por lo que se deberá estar atento a la apuesta de Valverde para el próximo partido de la Liga contra el Betis, en el que deberá optar por la vuelta de Rafinha al once inicial o darle continuidad a Dembelé.