La baja de Samuel Umtiti horas antes del partido frente al Athletic Club fue un jarro de agua fría para el barcelonismo. Uno de los intocables en la zaga dejó trastocada a una línea que no pasaba por su mejores momentos. Mes y medio después nadie se olvida del francés, pero su figura ha encontrado un recambio de garantías que, hasta la fecha, ha cumplido con las expectativas.
Clément Lenglet se ha visto obligado a dar un paso al frente y a formar dupla con Gerard Piqué, dada también la ausencia de Vermaelen. Su fichaje fue una obligación para la dirección deportiva del Barça y ha confirmado el buen ojo de Robert Fernández, ya fuera del cargo. El Sevilla sabía que perdía a un central de garantías y complicó la operación. El Barça se vio obligado a pagar la cláusula de rescisión y tres meses después de su llegada parece que los 35 millones de euros abonados han sido un buen negocio.
Suplente de oro
Aterrizó en el Camp Nou con el cartel de suplente para dar descanso a los intocables de Piqué y Umtiti, pero las necesidades del equipo le han obligado a asumir un rol mucho más importante en un momento vital de la temporada. Primero, la necesidad del equipo de dar un paso al frente para mejorar la imagen en defensa y, en segundo lugar, desendiosar al campeón francés.
Umtiti lucha por el balón en el partido de liga que el Barça jugó en Anoeta / EFE
Desde que renovó con el club el francés bajó su nivel en el terreno de juego y se cuestionó su figura. Por contra, Lenglet se ha adaptado rápidamente al juego azulgrana y pese a tener una primera puesta en escena muy cuestionada --expulsado frente al Girona--, el exsevillista ha demostrado estar a la altura de las exigencias del Barça.
Presión añadida
En el Barça no quieren poner fecha exacta al retorno de Umtiti a una convocatoria, pero todo apunta a que el tratamiento ha dado sus frutos. Este miércoles, el central se ejercitó por primera vez en la Ciutat Esportiva Joan Gamper y realizó parte del trabajo con el grupo. Desde el club aseguran que no se forzará su regreso, pero son optimistas. De momento, tienen a Lenglet dando la talla, una situación que también motiva a su compatriota.
Umtiti debe recuperar la forma física y una vez esté preparado será un nuevo problema para Valverde que deberá escoger entre volver a su pareja titular o rotar. Los tres son jugadores de altísimo nivel y ninguno quiere quedar relegado al banquillo de forma indefinida.