Victoria contundente del Barça frente al eterno rival y liderato conquistado. Una examen más que difícil que el equipo ha superado con creces pese a tener algunas dudas en el inicio de la segunda parte. El Real Madrid acortó distancias y con la remontada a tiro, Luis Suárez se erigió como el líder que es.
Leo Messi se encomendó a él y el charrúa cumplió. Lo hizo primero contra el Inter de Milán y repitió rol en el clásico. Suárez volvió y lo hizo en su mejor versión. Sacrificado, entregado, luchador y con gol. El Pistolero que gusta en el Camp Nou en toda regla. Firmó un hat trick que acabó con su sequía goleadora. Tres tantos que se suman a su historial de clásicos en un total de nueve tantos frente al eterno rival en 12 partidos.
Primero amplió la ventaja transformando un penalti que Courtois le adivinó, pero que tiró a la perfección. Fuerte y ajustado. Más tarde y cuando el equipo más lo necesitaba marcó el 3-1 —un cabezazo imposible tras un centro de Sergi Roberto en el 74’— y el 4-1 en el 82’ —con una picadita que dejó sentado al portero belga—. Un partidazo para celebrar su reciente paternidad y que dedicó con besos y abrazos a sus hijos y una camiseta con sus rostros. Noche redonda para el uruguayo.
Cifras de récord
El uruguayo suma ya 159 goles con la camiseta azulgrana y superó así a Josep Escolà en la historia de goleadores de la casa. Con este hat trick suma siete tantos en lo que va de curso y acaba con su sequía goleadora de seis encuentros oficiales sin ver portería. Además, acaba también con las críticas de sus detractores que tanto le han cuestionado estos últimos meses.
Una foto de Suárez, Casemiro y Ramos en una disputa / EFE
Ha recuperado su mejor versión y además el gol, tan necesitado en el Barça sobre todo dada la ausencia de Leo Messi. En dos encuentros consecutivos ha dado cuatro goles vitales para poner al equipo por delante. Su veteranía le ha convertido en el alma del equipo ante la ausencia del argentino.
Luis Suárez y Coutinho celebran el gol del brasileño al Real Madrid en el clásico / EFE
Fue una pesadilla para los centrales, buscó faltas, se ofreció y arrastró a la defensa para el primer gol de la tarde. Despejó el área para que Coutinho hiciera su primer tanto en un clásico. A este nivel nadie puede cuestionarle nada. Dos grandes citas donde ha dado la cara por él y por el equipo. Valverde siempre le ha defendido. El trabajo que genera para el equipo y los espacios que crea no se cuestionan.
A este nivel no importa la edad que tenga. Suárez se reivindicó para recuperar la confianza que todo delantero necesita y acabó con el balón en su casa.