Ernesto Valverde afrontará el que será su quinto clásico desde que llegara al banquillo del Barça. Nada más aterrizar en el Camp Nou tuvo que afrontar la Supercopa de España contra el máximo rival sin éxito. Sin embargo, a medida que avanzó la temporada y pudo ir perfilando su esquema de juego, el Barça superó al Real Madrid en la Liga, tanto en los enfrentamientos directos como en el global de la competición, pues los azulgrana se hicieron con el título.
Umtiti lucha por un balón dividido con Benzema en el partido de vuelta de la Supercopa de España 2017-18 / EFE
El cambio del Barça de Valverde ha ido cambiando tanto en nombres con en dibujo. Mientras que en la Supercopa de España se tuvo que armar un equipo con lo disponible y que cayó en los dos partidos, en los enfrentamientos ligueros utilizó un esquema de 4-4-2 consiguiendo el triunfo en el Santiago Bernabéu (0-3) y un empate en el Camp Nou (2-2).
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Si el técnico azulgrana no opta por llevar a cabo un planteamiento de sorpresa, el Barça afrontará el primer clásico de la temporada con el 4-3-3 que ha venido utilizando hasta ahora. La baja de Messi en la delantera podrá ser suplida, en principio por Rafinha o Dembelé, y Coutinho ocupará una plaza en ella. El futbolista brasileño estuvo presente en el último clásico ubicándose en un centro del campo formado por cuatro hombres, mientras que ahora ha pasado a tener una posición fija en ataque.
Una foto de Coutinho durante el partido frente al Inter de Milán / EFE
Pasando del 4-4-2 al 4-3-3, Ernesto Valverde ha querido generar mayor profundidad sin perder el control del juego en el centro del campo, algo que parece haber podido conseguir con la incorporación de Arthur al lado de Segio Busquets e Ivan Rakitic. El cambio será muy significativo respecto a los últimos dos clásicos y el resultado que se consiga será clave para confirmar que el técnico ha acertado con el nuevo modelo.
Distanciarse de los blancos
Más allá de la forma en que se juegue, que el Barça consiga la victoria aportaría más de un hecho positivo para los azulgrana. El primero, y más importante respecto a la lucha por el título, es que si se consigue que los tres puntos se queden en el Camp Nou el equipo seguirá liderando la competición.
Ernesto Valverde dirige el entrenamiento del Barça / EFE
Por otro lado también se daría una situación de ventaja respecto al Real Madrid. Una victoria supondría un distanciamiento de siete puntos entre ambos equipos. Con esta situación el Barça debería mantener el ritmo para hacer frente a las acometidas de rivales como el Atlético de Madrid o el Sevilla, pero conseguir tanta distancia respecto al conjunto blanco supondría un aumento de moral para todo el equipo.