Para equipos como el Barça y el Real Madrid cualquier fichaje puede ser un riesgo. Éste es menor cuando se trata de un jugador contrastado, pero la presión de jugar en un conjunto que aspira a todo puede ser perjudicial. A ello se le suman las necesidades de los técnicos, que en ocasiones parecen no coincidir con las del club.
Tanto Ernesto Valverde como Julen Lopetegui se han encontrado con esta situación en la presente temporada. A ambos les han llegado jugadores que no solicitaron y que no ven la necesidad de incluir al cien por cien en sus planes. Aún así, si el desembolso realizado es alto, se les exige su presencia.
Llegado de rebote
Durante el pasado mercado de fichajes, mientras que Ernesto Valverde solicitaba algún refuerzo para el centro del campo, en un movimiento inesperado el Barça firmó a Malcom. El atacante brasileño renunció a la Roma en el último momento y paso a formar parte de la plantilla azulgrana a cambio de 41 millones de euros.
Malcom en el partido de pretemporada que enfrentó al Barça contra la Roma / EFE
Con Messi, Luis Suárez, Coutinho, Dembelé e incluso Munir, el técnico azulgrana tenía una delantera bien cubierta. Sin embargo tuvo que aceptar la llegada de un nuevo atacante, aunque por lo visto hasta ahora no ha entrado demasiado en sus planes. Con un periodo de adaptación por delante y unos compañeros más que contrastados, la presencia de Malcom en el once azulgrana se intuía complicada.
Pese a las pocas oportunidades, el extremo brasileño no ha dejado de trabajar, algo que Ernesto Valverde, aunque no esté dentro de sus preferencias sabe valorar de forma positiva. La baja de Leo Messi por lesión le abre un hueco en las convocatorias, pero su prácticamente nula presencia hasta ahora manifiesta que el fichaje tuvo el sello de la dirección deportiva y no la del entrenador.
Al filial
Un caso muy similar, e incluso más discutido, es el que vive Julen Lopetegui con Vinícius. Con tan sólo 18 años, el futbolista brasileño fue contratado por el Real Madrid a cambio de 45 millones de euros. El fichaje ya estaba cerrado antes de la llegada del técnico vasco al banquillo del Santiago Bernabéu, algo que le ha hecho encontrarse en una situación con la que no contaba.
Para Julen Lopetegui la idea de que Vinícius entrenara con el primer equipo, pero que jugara con el filial no le parecía mal, pero dados los malos resultados del cuadro madridista en este inicio de temporada la afición solicitaba su presencia, sobre todo por la cantidad gastada en él.
Acción de Vinícius Júnior durante un partido del Real Madrid / EFE
Por la misma razón se le suma la presión de una directiva que no puede permitir que un jugador al que se presentó como un crack no esté ni convocado. Con ello, y gracias a que el Comité de Apelación le ha levantado la sanción al ser expulsado en el último partido con el filial madridista, Julen Lopetegui no ha tenido más remedio que incluir a Vinícius en la lista de convocados para el clásico.
A pesar de que sus casos pueden parecer similares, hay ciertos matices que hacen más o menos llevadera la situación. Mientras que Ernesto Valverde se muestra paciente y no descarta darle oportunidades a Malcom en un futuro, para Julen Lopetegui es un suplicio el tener contar con Vinícius, ya que la imposición de la presencia del joven brasileño se le une a la búsqueda de soluciones a los problemas en cuanto al juego y a los resultados del equipo.