La actitud de Ousmane Dembelé ha sido algo de lo más comentado en la semana del clásico. El problema es que esta responde a sus acciones fuera del terreno de juego, ya que en éste se le ha visto poco últimamente. El atacante francés no está contento con el rol que le ha dado un Valverde que ha preferido apostar por Coutinho para completar el ataque azulgrana.
Dembelé ha sufrido las consecuencias de no robar el balón en el rondo / YOUTUBE
La actitud del futbolista francés denota pocas ganas y ello se ha podido volver a ver en el entrenamiento matutino del equipo, en la que sus compañeros le han dejado claro que quien no cumple, lo paga. La implicación del francés se puso en entredicho después de que el pasado miércoles acudiera a la concentración previa del partido contra el Inter de Milán 25 minutos más tarde que el resto de sus compañeros.
Rondo y collejas
Los rondos en los entrenamientos del Barça son más que habituales. Además de contribuir a la precisión del pase en momentos de tensión, los jugadores se esfuerzan en no perder el balón y hacérselo llegar en las mejores condiciones a sus compañeros. Pese a que hay días para todo, llama la atención que haya sido Dembelé el protagonista en el entrenamiento matutino previo al clásico.
Dembelé y Semedo durante un entrenamiento del Barça / EFE
El objetivo en estos casos es el de conseguir ejecutar entre 20 y 25 pases sin perder el esférico, de ser así, el compañero que intentaba robarlo es castigado. Esto es lo que le ha sucedido al atacante francés, que después de ser mareado por sus compañeros en el rondo le han castigado con una lluvia de collejas.
El hecho puede parecer cosa de un día, pero vista la actitud mostrada por Dembelé desde que ha pasado a ser suplente, choca que el jugador no vaya a por todas en los entrenamientos, el lugar indicado y concreto para hacer cambiar de parecer a Ernesto Valverde. Si embargo, el técnico azulgrana aún parece tenerle en consideración.
Exigencia
El entrenador del Barça ha sido preguntado por Dembelé en la rueda de prensa previa al partido contra el Real Madrid, sobre todo por su llegada tardía el pasado miércoles antes de enfrentarse al Inter de Milán. “Cuando dimos la charla previa al partido estaba donde tenía que estar, en su sitio”, ha declarado Ernesto Valverde al respecto.
Ousmane Dembelé disputa un balón en el partido que enfrentó al Barça contra el Valladolid / EFE
Para el técnico extremeño, el que llegara más tarde, dentro de los límites permitidos, no es un factor clave para él, por lo que para él lo que importa es lo que se ve en el terreno de juego. “Dembelé nos puede dar mucho, le tenemos que ayudar porque es joven y al mismo tiempo le exigimos”, ha comentado el entrenador azulgrana.
Las palabras de Ernesto Valverde suavizan la polémica surgida tras el acto del delantero galo, aunque como él mismo asegura, la exigencia hacia el jugador no puede rebajarse. Si Dembelé entiende el mensaje de que las puertas están abiertas y que contar con más minutos de juego depende de él, el Barça recuperará un gran activo para su delantera, pero de seguir con esta actitud pasiva, defender las acciones del extremo francés será complicado.