La plantilla del FC Barcelona presenta varios casos extraños. Situaciones un tanto incomprensibles. Que inquietan. Desde jugadores recién fichados que no juegan, como Malcom y Arturo Vidal, quienes ni siquiera vinieron con el beneplácito del técnico, hasta jóvenes promesas que no terminan de explotar, como Dembelé o incluso Coutinho. Pero hay un caso todavía más siniestro por las intrigas que esconde.
Hablamos del caso de Denis Suárez. El gallego recaló en can Barça con la vitola de llegar a ser algún día el heredero de Andrés Iniesta. Casi nada. La empresa no era nada fácil, por eso el club lo cedió para que madurase poco a poco, lejos de la presión del Camp Nou. Su exitoso paso por el Sevilla y el Villarreal invitaba a confiar en el centrocampista. Sin embargo, la realidad es que Denis Suárez no termina de funcionar en el Barça.
De capa caída
Denis Suárez ha ido cayendo en el olvido desde su regreso al FC Barcelona. No solo está lejos de acercarse a la insigne figura de Andrés Iniesta, sino que ni siquiera cuenta en los planes de Ernesto Valverde. En lo que va de temporada el gallego no ha jugado ni un solo minuto en ninguna competición y tan solo ha sido convocado en tres partidos. El encuentro contra el Inter lo volvió a ver desde la grada.
Es cierto que el centrocampista sufrió una lesión muscular durante la pretemporada, en la gira que el Barça realizó por Estados Unidos, y no recibió el alta hasta el pasado 16 de septiembre. Pese a todo, ya ha pasado más de un mes desde entonces y Denis Suárez sigue sumido en el ostracismo. Se entrena con sus compañeros con aparente normalidad. Físicamente está a punto. Pero por alguna oscura razón no logra convencer a Ernesto Valverde.
Una gestión incomprensible
El FC Barcelona no termina de encontrar el encaje perfecto para su centro del campo. Arthur todavía está algo verde y necesita adaptación. Arturo Vidal vive abiertamente enemistado con el técnico y con el club. Y Denis Suárez es un caso aparte. Extraño. Difícil de entender. Porque el Barça tiene una vacante en la medular. Pero el gallego ni siquiera tiene la oportunidad de demostrar sus cualidades. Y el club parece más preocupado en sondear el mercado.
Una imagen de archivo de Denis Suárez / EFE
Lo más extraño del caso es que Denis Suárez pudo haber salido del Barça el pasado verano. Inter de Milán y Napoli estaban interesados en el jugador. Sin embargo, la entidad azulgrana pidió por él 40 millones de euros, una cifra demasiado elevada que espantó a ambos clubes italianos. A la vista de los resultados, las pretensiones del Barça resultan incomprensibles. Si el futbolista no iba a contar para el equipo hubiera sido mejor venderlo. Termina contrato en 2020.
El caso más oscuro
Las ganas de Denis Suárez por triunfar en el Barça están fuera de toda duda. El centrocampista siempre ha expresado su deseo de jugar de azulgrana. Se muestra dispuesto a exprimir sus opciones hasta el final. Sin embargo, resulta muy preocupante que últimamente se hable más de él por su exuberante novia que por sus méritos futbolísticos. Una cortina de humo enturbia el caso más oscuro del Barça de Valverde.