El FC Barcelona cuenta en su plantilla con dos jugadores que estuvieron en el Inter de Milán. Se trata de Philippe Coutinho y de Rafinha Alcántara. La historia de ambos con el club italiano es bien curiosa.
La primera experiencia en Europa de Philippe Coutinho fue en las filas del Inter de Milán. Corría el año 2010. El brasileño había destacado en el Sudamericano sub-17, en el que Brasil se coronó campeona, y el cuadro nerazzurri apostó por el joven talento de tan solo 18 años. Los italianos desembolsaron la módica cifra de 3,5 millones de euros al Vasco da Gama.
Mal comienzo
Sin embargo, la joven promesa no terminó de adaptarse al fútbol italiano. En sus dos primeras temporadas en Milán, Coutinho disputó 28 partidos, anotando dos goles. Una auténtica decepción. Claudio Ranieri, entonces técnico del Inter, optó por cederlo al Espanyol en invierno. En Barcelona se rodó. Jugó 16 partidos y marcó cinco goles, pero sobre todo encandiló a la afición periquita.
En 2013 Coutinho volvió al Inter con la intención de hacerse un sitio en el equipo. Sin embargo, en el mercado de invierno el brasileño abandonó definitivamente Italia. Brendan Rodgers, a la sazón entrenador del Liverpool, se fijó en las cualidades de Coutinho, muy desaprovechas en el Inter, y fue a por el jugador.
El despegue
El Inter aceptó vender a Coutinho a cambio de 10 millones de euros, una suma bastante pobre. El brasileño nunca llegó a encajar en Italia y los nerazzurri consideraron que, después de todo, habían hecho una buen venta. Desconocían que en Inglaterra el joven talento iba a explotar.
Una foto de archivo de Coutinho y Firmino en el Liverpool / EFE
Coutinho renació vestido de rojo. En sus seis temporadas en el Liverpool convirtió 54 goles y repartió 45 asistencias. El brasileño se erigió en una pieza fundamental del equipo. Hasta el punto que el Barça tuvo que desembolsar nada menos que 160 millones de euros por él. Al Inter aún le debe de escocer el traspaso.
Cuando la palabra no es suficiente
El caso de Rafinha es bien distinto, aunque a los italianos tal vez también les duela su resolución final. El Barça decidió ceder al centrocampista en el pasado mercado de invierno por el poco protagonismo que estaba teniendo en el equipo. El jugador recaló en el Inter con una cláusula que permitía a los italianos ficharlo a final de temporada por 35 millones de euros.
Una foto de archivo de Rafinha Alcántara
Rafinha disputó 17 partidos con los italianos, consiguiendo dos goles y tres asistencias. Fue de menos a más, hasta convertirse en una pieza clave en es esquema táctico de Spalletti. El técnico nerazzurri estaba francamente satisfecho con el rendimiento del jugador, y el club había prometido ficharlo si se clasificaba para la Champions. Sin embargo, los italianos rompieron su palabra y al final prescindieron del jugador por el elevado precio de su contratación.
Le gustaría volver
Por el lado opuesto está Mauro Icardi, ariete del Inter que en su juventud pasó por las categorías inferiores del Barça. El argentino recaló en la Masia en 2008, en edad de cadete, aunque su gran envergadura y su talento lo auparon desde el principio al Juvenil B. En enero de 2011, sin embargo, el argentino fichó por el filial de la Sampdoria.
“Cuando me llamaron de Italia no me lo pensé ni un momento”, afirmó en una entrevista. Sabía que sus características se adaptaban mejor al fútbol italiano y que allí le sería más fácil dar el paso a la élite. Ahora, tras completar una etapa brillante en Italia, Icardi anda loco por volver a España.