Llegó la hora de Philippe Coutinho. Esta noche el Barça tiene una complicada cita en Europa frente al Inter de Milán sin Leo Messi en el verde y con el equipo todavía sin ser un engranaje perfecto. Los líderes del vestuario deben dar un paso al frente para liderar al equipo y el brasileño es uno de ellos.
A punto de cumplir un año como jugador azulgrana, Coutinho todavía no es uno de los jugadores fuertes en el vestuario, pero su cercana amistad con el Leo Messi y Luis Suárez y su indudable calidad le obligan a asumir los galones de jugador referencia. El mismo papel que desarrolla en Brasil y que en el Barça, ha ejercido de forma intermitente.
Conexión entre la medular y la delantera
Coutinho es, hoy por hoy, el fichaje más caro de la historia del club catalán y dada esa etiqueta debe responder con autoridad. Llegó a Barcelona para suplir a jugadores como Neymar o Andrés Iniesta y pese a que el perfil es completamente distinto a ambos futbolistas, tiene cualidades para ser un indiscutible.
Los minutos han demostrado que el brasileño se siente más cómodo en la línea ofensiva como falso extremo. Tiene uno contra uno, visión de juego y gol. La mezcla perfecta de un mediapunta de categoría que de momento no ha conseguido brillar de forma continuada en cada partido.
Coutinho celebra un gol con el Barça / EFE
Su calidad ya ha generado más de una ovación inesperada en el Camp Nou, pero todavía no ha encontrado esa continuidad deseada por Valverde y la afición. Frente al Athletic Club, cuando Messi salió desde el banquillo, ejerció de líder los primeros 15 minutos, pero se fue apagando hasta pasar desapercibido.
Este miércoles, acompañará a Luis Suárez en la delantera en una de esas noches en las que tendrán que estar especialmente inspirados de cara a portería. Ambos deberán dar un paso al frente y ser los líderes ofensivos de un equipo que necesita perforar la portería de Handanovic.
Creación de juego
La ausencia del capitán este miércoles obliga a Coutinho a ejercer una doble función. Finalizar y crear juego. Un rol que el argentino desarrolla a la perfección y en el que se siente cómodo. Sin el 10, Coutinho es el jugador más desequilibrante de la plantilla del Barça para hacer sufrir al Inter de Milán que tiene toda la artillería en la delantera.
Además, sus tareas defensivas se verán reducidas al formar dupla con Suárez. El único aspecto que lacra su rendimiento es la falta de liderazgo. En el Liverpool lo fue por encima del resto de compañeros y la situación actual del equipo le exige el mismo rol que en Inglaterra. No hay excusa, Coutinho debe ser el líder