La plaga de lesiones que azota el eje de la defensa del Barça obliga a Ernesto Valverde a contar con un central del filial. Al parecer el elegido va a ser Juan Brandariz Movilla, más conocido como Chumi, al apodo con el que cariñosamente le llamaba su padre de pequeño. Chumi es el central de moda en la Masía. Encadena tres entrenamientos consecutivos con el primer equipo y da la sensación de que está convenciendo al Txingurri, una tarea nada fácil.
Chumi se formó en las categorías inferiores del Deportivo de la Coruña, con el que brilló en los diferentes torneos disputados a nivel nacional. El FC Barcelona se fijó en él y lo incorporó en edad de cadete, todavía tierno. “Cuando me llamó el Barça pensé que era una broma”, afirmó estupefacto el rapaz de A Laracha, un concello coruñés de poco más de once mil habitantes. La misma sorpresa muestra ahora cuando se ejercita en compañía de sus ídolos.
El central de los 100 millones
A sus 19 años, Chumi se encuentra ante la oportunidad que lleva soñando desde niño. Su referente en el Barça es Gerard Piqué, con quien se asemeja en la salida del balón, conducida y efectiva. También muestra una gran inteligencia táctica. Sin embargo, siempre se le ha comparado más con perfiles tipo Bartra o Varane, centrales capaces de desquiciar a su marcador por la presión que ejercen. El gallego tiene el don de la anticipación: siempre sabe por dónde le va a salir el rival.
Las prometedoras características del jugador motivaron que el Barça le renovara este verano con una cláusula a prueba de millonarios. El club no quiere arriesgarse a perderle y cifró su salida en unos prohibitivos 100 millones de euros. A ver quién se atreve a cortejarlo con esa astronómica cifra como barrera de entrada.
Rueda a seguir en la Masía
Chumi ha disputado siete partidos con el Barça B. En todos ha jugado los 90 minutos, erigiéndose en una pieza fundamental en el eje de la zaga. Es un jugador discreto y disciplinado, de esos que no hacen ruido pero siempre están ahí, para lo que haga falta. También destaca por ser un buen estudiante en la Masía. De él dicen que es exigente consigo mismo y que afronta los desafíos.
Una foto de Chumi / FCB
Debutar con el primer equipo del Barça es un reto que le impone cierto respeto, como es de esperar, pero no se arredra ante las circunstancias. No tiene miedo. Al contrario, le estimula la posibilidad de hacer realidad su sueño.
Estos días está aprovechando los entrenamientos con el primer equipo para aprender al máximo. Escucha los consejos de sus compañeros y atiende las indicaciones del míster. Conserva la humildad de aquel rapaz que correteaba por las calles de A Laracha, nada envanecido pese a todo lo que le está ocurriendo.
¿El futuro central del Barça?
La excelente progresión de Chumi en la Masía invita a pensar que el Barça puede encontrar en él al central que tanto necesita en estos momentos. Con Umtiti y Vermaelen descartados por lesión, el club sondea el mercado en busca de un zaguero. Chumi tiene ahora la oportunidad de dar un paso al frente y reclamar su sitio en la defensa azulgrana.