Leo Messi no quiere saber nada de un nuevo delantero. Su fe en Luis Suárez es total y su conexión en el verde es más que patente. El argentino entiende que el uruguayo deberá dosificarse dado su estilo de juego --basado en el esfuerzo, la presión y el físico-- y su edad, pero no entiende que la dirección deportiva busque, tan pronto, un recambio para el que es su mejor socio.
Su predisposición en el juego, garra, rendimiento y sobre todo, el trabajo sucio que realiza para el equipo no existen en cualquier otro jugador del mercado. Su sequía goleadora preocupa en el club, pero todavía son prudentes ante las cifras del charrúa. Desde que llegó al Barça siempre le ha costado arrancar, pero ha acabado la temporada con cifras que avalan su olfato goleador.
Sustitutos sin rodar
Messi sabe que el momento de Luis Suárez llegará, pero no quiere relevos de poca categoría. Si el club ficha debe fichar a un 9 de su perfil y de nombre. Sabe que dicha operación costará más millones y más minutos en el banquillo a su mejor amigo, pero jugadores por formar para esa posición no entran en sus planes.
Luis Suárez durante el partido frente al Valencia / EFE
Quizás la competencia de un delantero centro podría poner en jaque la continuidad de Suárez en el once inicial, pero ese es uno de los principales problemas de Valverde. Y es que el uruguayo carece de un delantero centro que pueda disputarle el puesto. En el banquillo siempre está Munir, pero el hispanomarroquí es el jugador revulsivo del Txingurri, no el delantero centro titular. El no de Griezmann truncó los planes del Barça y no se encontró otro delantero con el perfil deseado en el mercado.
Messi ve precipitado los nombres que suenan para llegar al Camp Nou. Ni Piatek, ni Pepé son todavía jugadores que podrían asumir ese rol en el verde y el equipo seguiría en la misma tesitura. Con un 9 titular y el resto a la espera de oportunidades por mucho que el charrúa falle o rinde a un bajo nivel. El capitán exige paciencia con uno de los jugadores más comprometidos del equipo, uno de los pesos pesados y un indiscutible. Ningún ariete puede desarrollar la función de Suárez, al menos, al parecer de Leo Messi.